Bodega Pirineos celebra con sus clientes la llegada de las fiestas navideñas con uno de sus vinos más esperados. Alquezar Rosado luce nueva imagen, nuevas variedades, nuevo sistema de cierre, nuevas sensaciones.
Bodega Pirineos (Grupo Barbadillo) saca al mercado la nueva cosecha de uno de sus rosados más emblemáticos. Alquezar Rosado. Este vino se ha convertido en uno de los estandartes de esta bodega. Cada año sus ventas aumentan y desde la compañía se ha decidido “vestirlo” con una imagen de gala que sin duda lo relanza para situarse como referente nacional.
Su suavidad, su chispa, su facilidad y sus variedades son sus principales características. Para cumplir mejor con las expectativas de este vino se han cambiado sus variedades, sin olvidar su base de uva tempranillo se le ha añadido una espectacular Cabernet Sauvignon procedente de los viñedos más históricos de Somontano.
Además de eso, su nuevo sistema de cierre “pilfer” de rosca, aporta una comodidad añadida. Después de varios trabajos de conservación se afianza de esta manera la calidad del vino, sus aromas, su mantenimiento y su suave aguja. Cuando un vino es todo belleza en su colorido, huele a frutas y a chucherías, sabe a lo que huele, tiene dulzor y frescura a la vez en la boca, no hace falta explicarlo solo disfrutarlo. Cuando reúne estas características nos encontramos un vino diseñado para disfrutar.
En opinión de su creador, el enólogo Jesús Astrain este vino tiene una descripción sensorial “de un bello color rosa fresa intenso. Aromas frutales a cerezas, violetas, frutas de hueso y hierbabuena. En boca es suave, con un rico dulzor equilibrado por la presencia de carbónico que le aporta frescura. Gran sensación frutal tanto en nariz como en boca, con una gran persistencia aromática”. Asimismo, Alquezar Rosado es el resultado de un gran trabajo de todos los departamentos de la bodega. Su nueva imagen hace alusión a la facilidad del vino, a su aspecto más burbujeante. En un primer golpe de vista reconocemos el producto, la marca y su procedencia.
