La historia nos cuenta que fue en la actual provincia de Santiago del Estero donde se hizo presente la vid por primera vez. Se necesitaba vino para celebrar misa y así llegaron las primeras vides desde el hoy territorio chileno. Poco a poco la vid encontró mejores lugares donde desarrollarse y brindar excelentes vinos: Mendoza (el corazón de la vitivinicultura nacional), San juan (en sus comienzos productora de vinos blancos). Más tarde, los viñedos fueron conquistando nuevos territorios a lo largo de la historia: el noroeste de Argentina con sus Valles Calchaquíes y su gloriosa Cafayate. Salta, La Rioja y Catamarca, las provincias productoras de la región. Y más avanzada la historia, el sur de Argentina gana trascendencia: las provincias de Río Negro y Neuquén, otras productoras de excelentes vinos, sobre todos aquellos que son hijos de zonas más frías: merlot, pinot noir y la siempre comodín malbec.
Curiosamente, la mujer tiene un importante protagonismo en la historia del vino. Nombres como el de Doña Melchora Lemos han marcado la producción y comercio del vino, por entonces limitado a las fronteras del virreinato y posteriormente de la nación. Con la inmigración europea, a fines del s. XIX y principios del s. XX la viticultura sigue creciendo, pero ya consolidada la Independencia nacional y con los primeros gobiernos nacionales el interés por cepas francesas desplaza el cultivo de las españolas. Francia es el modelo a seguir, todavía se siente la lucha y la sangre de la liberación y Francia surge como el triunfo de las ideas revolucionarias y, sobre todo, de la modernidad.
Actualmente emergen nuevas regiones productoras en zonas sin tradición vitivinícola, como en la Sierra de la Ventana, en el sudeste de la provincia de Buenos Aires, que produce excelentes vinos orgánicos: malbec, cabernet sauvignon, pinot noir, chardonnay, sauvignon blanc, todos de alta gama. En Médanos, pero al sudoeste de la misma provincia, en el partido de Villarino, otra conquista de la vid: Al Este Bodegas y Viñedos produce vinos elegantes, frescos y complejos.
Como ven amigos, hay mucho por conocer de los vinos argentinos. De a poco sabremos más sobre su maravillosa viticultura.
¡Hasta pronto!
Patrizia :typeo:
