Fuente: Los Andes.
Los pilares sudamericanos son la excepción en el marco de un mundo que continúa en baja.
Según las estimaciones de la OIV, la coyuntura vitivinícola mundial en 2010 sigue la tendencia a la baja. En 2010, la superficie vitícola mundial disminuyó aproximadamente en unas 70.000 hectáreas, esencialmente después del retroceso de los viñedos de la Unión Europea (UE), así como de la disminución de la superficie vitícola del hemisferio sur (excepto América del Sur) y de los Estados Unidos.
Además, el ritmo de crecimiento de las superficies vitícolas en el hemisferio sur y en los Estado Unidos, se ha lentificado globalmente respecto a los años precedentes. En efecto, entre 2009 y 2010, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica han visto una disminución de sus superficies vitícolas. En cambio, Argentina y Chile han experimentado un muy ligero crecimiento en relación a 2009.
“La producción mundial de vino en 2010 registra un nivel inferior de 10,7 millones de hectolitros (-4,0%) con respecto a la producción de 2009 y se sitúa aproximadamente en 260 millones de hectolitros”, declaró el Sr. Federico Castellucci, Director General de la OIV.
Las producciones de los principales países productores de la UE van a la baja en relación a la producción, ya modesta, del año 2009. Entre los 3 mayores productores comunitarios sólo España, con 35,1 millones de hectolitros vinificados, permanece estable.
A pesar de una modesta progresión de las producciones respectivas de Portugal, Grecia y Bulgaria, la producción total de la UE baja en un 6% con relación a 2009, para inscribirse así en la sucesión de las 4 cosechas pobres de 2007 a 2010.
En 2010, el conjunto de las producciones del hemisferio sur, de los Estados Unidos y de Suiza presenta un retroceso de cerca de un millón de hectolitros en relación al año 2009.