Con la publicación de las puntuaciones de Robert Parker es el momento de examinar la evolución de las valoraciones otorgadas a los vinos del Celler Bàrbara Forés a lo largo de 2013. El hito más destacado de la bodega de la Terra alta, por su significación, es la histórica de los 93 puntos a el
Coma d’En Pou. Se trata de un tinto que des de sus inicios ha sido el más importante de la bodega y que va manteniendo a lo largo de los años unos resultados y una evolución muy positiva. En el resto de puntuaciones concedidas al mismo vino, el registro es parecido.
El Blanc de Bàrbara Forés, el vino joven de Garnacha Blanca y Viognier, queda un año más como uno de los blancos de referencia de Catalunya, consiguiendo un 9,22 según la Guia de Vins de Catalunya y la inclusión en el libro “Vinos Imbatibles” de David Seijas, antiguo sommelier de El Bulli. El otro joven de la bodega, el Rosat de Bàrbara Forés, sobresale con los 9,23 puntos de la Guia de Vins y la inclusión dentro del “Cuadro de Honor” en la Guía del Vino Cotidiano, con 8,1 puntos. Esta compilación, editada por la revista Mi vino-Vinum, repasa los mejores vinos de España por menos de 10€.
El Quintà, el 100% Garnacha Blanca, continua en la cima de los vinos blancos mediterráneos, con 90 puntos Parker, los 91 de Stephen Tanzer o los 9,58 de la Guia de Vins. De este vino, tocaría también destacar el hecho que des de la bodega se ha iniciado una apuesta para dar a conocer las añadas antiguas, las cuales ya forman parte del patrimonio enológico de la Terra Alta.
Por lo que respecta el Negre de Bàrbara Forés, la añada 2011 marca una evolución muy positiva, con los 90 puntos del prescriptor Stephen Tanzer o los 9,39 de la Guia de Vins.
La apuesta por la variedad autóctona del Morenillo para el vino El Templari, también ha dado sus resultados. Robert Parker, Stephen Tanzer y la Guía Peñín han coincidido en otorgarle 91 puntos en la añada 2011. La puntuación más alta llegó des dela Guia de Vins (9,59)
De esta forma, el Celler Bàrbara Forés encara un año lleno de retos, en el que debe que adoptar el sello de producción ecológica, prevé hacer un paso más en el proyecto de levaduras autóctonas y ha iniciado la experimentación con la vinificación en ánforas para el Templari. Según M. Carmen Ferrer, propietaria y enóloga “Estos reconocimientos reconfortan y animan a tirar adelante a una Terra Alta que cada vez consigue una mayor presencia de vinos altamente puntuados.
