En el año 1997 Jean Bousquet llegó a Tupungato y la zona le encantó: clima fresco de noche y cálido durante el día, 1200 metros de altitud sobre el nivel del mar, aire muy seco, pocos hongos, suelos arenosos y pedregosos muy filtrantes en caso de exceso de agua, y de ahí la posibilidad de lograr la maduración optima.