La asociación advierte del agobio burocrático que penaliza gravemente a la pequeña y mediana bodega
Logroño, 12 de noviembre de 2019. El pasado lunes, más de doscientas personas asistieron, en la sala del Centro Cultural de Ibercaja de Logroño, a una jornada de formación sobre el nuevo portal electrónico SILICIE, que deben utilizar a partir del año próximo todas las bodegas para presentar los libros contables de impuestos especiales.
Bodegas Familiares de Rioja agradece la disposición y colaboración de la jefa regional de Aduanas e Impuestos Especiales en La Rioja, Silvia Casado, que durante más de dos horas atendió las numerosas dudas y preguntas de los bodegueros, aunque reclama al conjunto de las administraciones que se sienten en una mesa para solucionar un problema, el de la burocracia, que se ha convertido en los últimos tiempos en una de las principales preocupaciones de la pequeña y mediana bodega riojana.
Una situación de agobio, que está provocando cierres empresariales y, en este sentido, Bodegas Familiares reclama acciones coordinadas para compartir datos entre diferentes departamentos y facilitar la labor de estas pequeñas y medianas empresas que están dedicando recursos y tiempo para cumplir con las numerosas obligaciones burocráticas en lugar de para comercializar sus vinos: “La situación está llegando a un punto que varias bodegas pequeñas nos están comentando que se están planteando echar la persiana y vender las uvas de sus viñedos a grandes compañías y dejar de elaborar sus propios vinos”.
La vendimia del 2019 se estrenó con el nuevo y exigente sistema de trazabilidad Nimbus del Consejo Regulador, al que se suman las habituales declaraciones de movimientos de vinos (Consejería de Agricultura, Infovi, Agencia Estatal de la Administración Tributaria e incluso Instituto Nacional de Estadística), en muchos caso información similar, pero que se exige en momentos y formatos diferentes hasta el punto de que la carga burocrática está comenzando a ser insostenible, especialmente para aquellos, que son muchos, que históricamente han llevado la contabilidad y las tareas administrativas dentro de la unidad familiar.
Sobre Bodegas Familiares de Rioja (BFR). Una veintena de viticultores y pequeñas bodegas de Rioja constituyen en el año 1991 la asociación para defender los intereses del modelo de negocio familiar. Las Bodegas Familiares fueron clave en aquellos años para ocupar un espacio ante los grandes e históricos operadores del sector que nos llevó al Consejo Regulador y al resto de instituciones. En la actualidad, contamos con más de cincuenta asociados y somos la única agrupación de bodegas familiares con un interés que abarca todo el ámbito geográfico de la DOCa Rioja.