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Bodegas Torres celebra las 40 añadas de su vino insignia Mas La Plana

Es el noble legado de la familia Torres y perfecto embajador de los valores de calidad, innovación y respeto por la tierra que abandera

Mas La Plana 2010, elaborado en la pequeña finca de Bodegas Torres en El Penedès, es la 40 añada de aquel primer cabernet sauvignon español que sorprendió al mundo al superar a los mejores vinos franceses en una competición internacional, la célebre Olimpiada del Vino de París de 1979, organizada por la revista especializada Gault & Millau. Ese hito marcó el desenlace de una aventura arriesgada y avanzada a su tiempo, que ha permitido a este gran vino cosechar numerosos éxitos y convertirse en un símbolo internacional, manteniendo, añada tras añada, la originalidad y determinación de su autor.

“Mas La Plana cambió la historia y el rumbo de Bodegas Torres, pero también supuso un punto de inflexión en lo personal, un cambio de paradigma en mi visión sobre lo que debería ser la viticultura y la enología, valorando la importancia de atreverse, de perseverar y de innovar”, asegura Miguel A. Torres, presidente de Bodegas Torres. Fue él quien, al regresar de Montpellier donde había estudiado viticultura durante un año a mediados de los sesenta, convenció a su padre, Miguel Torres Carbó, para que le dejara plantar la variedad noble oriunda de Borgoña en la finca de Mas La Plana y elaborar un gran cabernet sauvignon, peticiones a las que accedió a pesar de no confiar demasiado en el proyecto y seguir el proceso innovador con cierto recelo.

Así nació Mas La Plana, que en aquel entonces se llamaba Gran Coronas Etiqueta Negra Mas La Plana, un vino audaz e inusual -por tratarse de un cabernet del Penedès-, elegante y complejo, vestido de negro en una clásica botella borgoñesa, que dio un vuelco a la tradición enológica de la época y revolucionó el panorama vitivinícola español. Mas La Plana fue entonces, y sigue siendo cuatro décadas después, el perfecto embajador de los valores e ideales de la familia Torres y un modelo de viticultura respetuosa y apasionada.

Hoy, Mas La Plana está presente en numerosos restaurantes con estrellas Michelin, incluidos algunos de los que figuran en la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo que elabora la revista Restaurant. Ha sido objeto, a lo largo de los años, de excelentes comentarios de prestigiosos críticos internacionales como Jancis Robinson o Jane MacQuity, y ha obtenido medallas de oro en certámenes internacionales y elevadas puntuaciones en guías vinícolas. Concretamente, la añada 2010 ha ganado oros en los concursos de Mundus Vini y The Global Masters de la revista The Drinks Business y ha recibido 92 puntos en la Guía Peñín.

Mas La Plana 2010, una añada con un gran futuro

Mas La Plana 2010 nace de las cepas de cabernet sauvignon – parte de las cuales fueron plantadas en 1966 por Miguel A. Torres – cultivadas en la finca de 29 ha del mismo nombre situada en Pacs del Penedès, a una altitud de 225 metros, con suelos muy profundos y bien drenados. Para su elaboración, se seleccionan las mejores uvas mediante el uso de las últimas tecnologías para garantizar la máxima calidad.

La añada 2010 estuvo marcada por un tiempo lluvioso en primavera y especialmente frío y seco durante los meses previos a la vendimia. Unas condiciones que favorecieron una magnífica maduración fenólica de las bayas y que desarrollaron una acidez excelente y un grado alcohólico moderado. Tras una crianza de 18 meses en barrica de roble francés y dos años en botella, el resultado es un vino que despliega aromas intensos y frutales, propios de la tipicidad del terroir de Mas La Plana, con notas de pan tostado, chocolate blanco y especias como el clavo y la pimienta. En boca es amplio y vivo, con taninos maduros que auguran un gran futuro y una buena evolución.

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