Castell del Remei reafirma su apuesta por los vinos blancos de calidad con la plantación de 11 nuevas hectáreas de variedades blancas
Con el objetivo de enriquecer las próximas añadas de los vinos Gotim Blanc y Oda Blanc y responder a la actual tendencia del mercado hacia los vinos blancos de calidad, Castell del Remei, una de las bodegas históricas y más destacadas de la DO Costers del Segre, ha plantado once nuevas hectáreas de Sauvignon blanc y Garnacha blanca
Castell del Remei reitera su apuesta por los vinos blancos de calidad con la plantación de once nuevas hectáreas de variedades blancas, las cuales amplían las actuales, entre las que destacan la Sauvignon blanc y la Garnacha blanca.
Estas uvas, juntamente con las históricas de la bodega, enriquecerán los próximos vinos blancos Gotim Blanc y Oda Blanc, entre otros. La ampliación de su cultivo responde a la actual tendencia del mercado hacia los vivos blancos de altura y el consecuente incremento de su demanda por parte de los mercados internacionales.
Tomàs Cusiné, presidente y enólogo de la bodega, destaca que “Castell del Remei es un lugar idóneo para el cultivo de estas variedades” y, juntamente con su equipo, quiere potenciarlo “aprovechando las arcillas características del suelo de la finca”. La bodega cuenta ya con diversas parcelas de viñas blancas de montaña, ubicadas a unos 700 metros de altitud, las cuales aportan complejidad a los vinos.
Castell del Remei
Con más de dos siglos de historia, Castell del Remei inició su actividad vinícola en el año 1780 en Penelles (Lleida) con el propósito de elaborar vinos de crianza de calidad. Las privilegiadas condiciones geoclimáticas de la propiedad y el diseño de las instalaciones -sin parangón en la Catalunya de finales del siglo XVIII- la distinguieron como la primera bodega catalana concebida según el modelo de los admirados châteaux bordeleses. Bajo la dirección de Tomàs Cusiné y amparada en la DO Costers del Segre, la bodega elabora tres vinos tintos -Gotim Bru, Oda y 1780- y dos blancos -Gotim Blanc y Oda Blanc-.
Aunque Castell del Remei centra su actividad en la elaboración de vino, es mucho más que una bodega. El complejo de edificios que rodean la finca gozan de un encanto que revela la larga historia de la propiedad, que se desarrolla y crece también como destino enoturístico único en la denominación.