Enrique Francisco director comercial y Elia Ochando, ‘Sommelier’ de la Bodega Los Pinos, de Fontanars dels Alforins (Valencia) estuvieron ayer por la tarde en las instalaciones del Club de Enófilos de Valencia presentando sus innovadores vinos, de agricultura 100% ecológica y nos hicieron disfrutar de 4 de sus vinos.
El primer vino fué Los Pinos Salvatge 2009, un vino blanco de variedades sauvignon blanc, viognier y moscatel de grano menudo. El vino presentó un color amarillo pálido con reflejos verdosos, en nariz tiene una expresión anisada y con algún toque a cítricos, en boca se presenta de forma semi-dulce y persisten los aromas a moscatel en el retro-gusto. Un vino blanco diferente pero complejo en boca y aromas.
El primer tinto fue Los Pinos barrica 2008, de variedades cabernet sauvignon, merlot y shiraz, un vino con mucho color, capa alta y aromas primarios a frutos rojos, en boca se presenta con una estructura frágil, pero invita al trago, un vino para la conversación y de consumo fácil, se integra muy bien los 4 meses de roble americano en su textura, recordando aromas a vainilla.
En cuanto al vino de guarda, Los pinos crianza 2007, con variedades similares (cabernet sauvignon, merlot y monastrell) se presentó con un color rojo cereza madura, de capa alta, con toda la intensidad de frutas negras, pimienta y tostados, con más estructura, dulce y más amable en boca, con recuerdos a chocolate y taninos más redondos, un vino para acompañar comidas a base de carnes rojas y guisos potentes, da la sensación de limpiar bastante bien el paladar y recordar a pan tostado y paja de establo. Recomendado para degustarlo en una buena comida.
El último vino catado fué Tinto Los Pin0%s 2009, de monastrell, garnacha y shiraz, un peculiar vino SIN sulfitos, con un carácter muy marcado, una sensación de tener un zumo de uva puro en boca, sin sabores extraños, con aromas a sotobosque, fresas y otras frutas rojas. Un vino que hay que servirlo a una temperatura sobre los 15ºC y conservarlo a temperatura estable, aconsejable tomarlo en el año al carecer de conservantes y otros añadidos.
La cata terminó con un ágape que se acompañó de los vinos que probamos durante la cata, con el consiguiente cambio de impresiones entre los asistentes.