Investigadores del departamento de Ingeniería Estructural y Geotécnica, el área de Diseño en Ingeniería y el departamento de Ingeniería Mecánica y Metalúrgica de la Escuela de Ingeniería de la Pontificia Universidad de Chile han desarrollado un dispositivo para proteger los depósitos de vino ante un terremoto.
La innovación apoyada por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt), mediante el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef), espera revertir las pérdidas millonarias de la industria vitivinícola tras los eventos sísmicos que han afectado al país desde el pasado 27 de febrero de 2010. “Lo últimos terremotos demostraron que los depósitos de acero inoxidable de pared delgada para la guarda y fermentación de vino son estructuras sísmicamente muy vulnerables”, señaló José Luis Almazán, académico del departamento de Ingeniería Estructural y Geotécnica UC y director del proyecto.
Durante el terremoto del 27F falló al menos uno de cada cuatro depósitos que estaban llenos de vino, afectando parte o la totalidad del contenido. Esto significó una pérdida de 125 millones de litros equivalentes al 12,5% de la producción del año 2009. “El daño pudo ser mucho mayor, ya que el sismo ocurrió poco tiempo antes de la vendimia, por lo cual menos del 50% de la capacidad de almacenamiento estaba realmente utilizada”, precisó Almazán.
El nuevo sistema consta de un conjunto de dispositivos flexibles que se instala en los soportes del contenedor, lo que produce un efecto de aislamiento. “La idea es que la energía del sismo sea absorbida por dispositivos de aislación de vibraciones”, explica el experto. En un modelo a escala, el equipo de investigación demostró cómo la energía de un sismo se transfiere al sistema de aislamiento, formado por dispositivos capaces de aislar tanto los movimientos horizontales como verticales del suelo. Esta tecnología permite filtrar las ondas sísmicas, de modo tal que la energía que llega al depósito en sí, es mucho más baja.
Los investigadores indican que el sistema se puede escalar al tamaño y peso que se necesite proteger. Además es igualmente efectivo para proteger equipos industriales en general. “Gran parte del trabajo que llevamos a cabo, apunta a disponer de dispositivos comercialmente atractivos. La idea es que el costo de protección sísmica, que se realiza una sola vez, esté entre un 2% y 5% de la inversión total del contenedor”, finalizó José Luis Almazán.
Se espera que en 2018 puedan salir al mercado ya al mercado los nuevos dispositivos y otras tecnologías antisísmicas.
Fuente: http://www.sevi.net/es/3486/42/9914/Chile-busca-%E2%80%98blindar%E2%80%99-sus-dep%C3%B3sitos-de-vino-contra-los-terremotos.htm