Fuente: Fabricio Portelli – El Conocedor
Si bien el método de hacer vino no ha cambiado desde sus orígenes, queda claro que necesita de la mano del hombre. Pero no siempre es el enólogo o el ingeniero agrónomo el máximo responsable, el bodeguero con sus decisiones también puede determinar la suerte y destino de una etiqueta.
No me imagino mejor actividad que la mía, que tanto me gusta y apasiona. Por eso suelo sentir la misma felicidad que Messi dentro de la cancha o que Schumacher al volante de su F1. Claro que mi trabajo no me genera millones de euros como a ellos, pero en términos de satisfacción profesional compito con ellos de igual a igual. Y no estoy hablando de logros, sino del día a día, esa cotidianeidad que me lleva a disfrutar del vino constantemente y que también me hace viajar y conocer mucha gente. Personas que paran por un momento sus actividades para dedicarme tiempo que aprovecho al máximo para aprender. Por tal motivo, como agradecimiento simbólico, quiero homenajearlos y presentárselos a través de sus vinos, que hablan mucho de ellos.
Uno es Hervé Birnie-Scott, hoy al mando de los vinos de Chandon y Terrazas. Un francés que tuvo la difícil misión de crear Terrazas de los Andes y que hoy volvió a Mendoza, un poco por su esposa mendocina y sus cuatro hijos (tres de ellos argentinos) y otro por su amor hacia esta tierra. Él, junto a un equipo de jóvenes técnicos y algunos no tanto, como Onofre Arcos, le está dando una gran vuelta de tuerca a todos sus vinos, pero principalmente a los tintos. Y como ejemplo vale citar el Terrazas Malbec 2009 (que ya está en el mercado) y un Single Vineyard de la misma añada fermentado en barricas y que sólo tendrá 1.000 botellas en la calle recién en 2011. Su confianza y exigencia, que cuestiona todo e intenta siempre ajustar un poquito más, me permite inferir que pronto esta bodega estará a la altura de las exigencias de su prestigio internacional.
Otro personaje que me cautivó fue don Alfredo Roca con su pasión compartida: por un lado, los autos (va a más de 200 km/h en su Coupe Kompressor recorriendo el país con su mujer al lado) y, por el otro, los vinos. Amante de su tierra, San Rafael, no cuenta con los medios necesarios para ser famoso, pero sí con la confianza suficiente como para ser ya parte de esta gran historia que se empieza a escribir. Y si bien aún no se anima a jugarse a pleno por su Chenin querido, sus Pinot Noir y Chardonnay son muy recomendables.
Qué no decir de Jorge Riccitelli, uno de los más grandes enólogos de todos los tiempos. Conservador y de perfil bajo cuando hace vinos, porque en el momento que habla es el primero en tomar la palabra y hacer reír a todos. Sólo él es capaz de mantener a Norton tan arriba y hacerla crecer al compás de los requerimientos de los diversos mercados a los que van sus etiquetas. Simple, pero a la vez completo, no le gusta mucho utilizar tecnicismos en las catas, prefiere que el vino hable por él.
Otro que promete convertirse en prócer es José Alberto «Pepe» Zuccardi, un tipo auténtico y fiel a sus convicciones, sin que ello le impida virar el timón hacia una nueva dirección. Por eso dejó un poco de lado la innovación para trabajar mucho más a fondo en los Malbec y Cabernet Sauvignon de altura, con su hijo Sebastián como mano derecha. Sin dudas, el patriarca de una de las mejores familias del vino argentino.
Y qué decir de Marcelo Miras, un tipo que está algo alejado porque vive en la Bodega Del Fin del Mundo en San Patricio del Chañar, Neuquén, pero que con sus vinos llega a todo el planeta. Conocedor como pocos de la Patagonia vitivinícola, quizás después de Mendoza el terruño con mayor potencial del país. Padre de cinco hijos y con una panza tan grande como su corazón, vive cada día con pasión elaborando vinos en la bodega de Julio Viola, otro de los tantos personajes que podrían ser protagonistas de esta nota.
Y si bien para ustedes puede llegar a ser imposible conocerlos personalmente, tienen a mano y en las góndolas un poquito de cada uno de estos verdaderos protagonistas de nuestra vitivinicultura.
NOTAS DE CATA
Vinos ordenados por puntaje y precio
89 puntos | $$
Reserva Del Fin del Mundo Viognier 2009 | Del Fin del Mundo
Neuquén
Sólo un visionario como Julio Viola pudo instalarse en esta estepa e imaginarse que se transformaría en tan sólo diez años en una de las más pujantes de nuestro país en materia de buenos vinos. Pero más sorprendente aún es poder degustar vinos con gran tipicidad, ya que se trata de viñas muy jóvenes. Sin dudas, la respuesta está en la mano de Marcelo Miras, enólogo de la casa. Sólo él puede hacer un Viognier tan agradable y equilibrado, con nervio y frescura, pero también con esos nítidos tonos de damasco que se asocian con el cepaje. Todavía está joven, así que ganará durante 2010.
87 puntos | $$
Alfredo Roca Pinot Noir 2007 | Alfredo Roca
Mendoza
Desde hace muchos años, esta bodega dedica bastantes esfuerzos a este difícil cepaje y los resultados están a la vista. Un auténtico Pinot Noir que se adivina desde la copa por sus tonos algo translúcidos, pero con profundidad y brillo. De aromas sutiles, con notas de frutos negros y especias que remiten al cepaje, adecuadamente acompañados por la madera. En boca también se comporta muy bien, con su suave textura y su paladar franco. Todo esto le alcanza para ser uno de los exponentes varietales más destacados en su rango.
86 puntos | $
Terrazas de los Andes Malbec 2009 | Terrazas de los Andes
Mendoza
A punto de arribar al mercado, exhibe aromas y sabores bien afrutados y muy agradables. Con gran ímpetu de Malbec joven, se muestra amable y fresco. Se lo siente carnoso y vivaz al mismo tiempo. De paladar franco y amable, con esas notas de frutas rojas chicas crujientes que llenan la boca. Claramente, un fiel exponente de la evolución que ha vivido este cepaje; un vino que ha ganado en precisión de fruta y en armonía, con una madera que acompaña sin protagonismo. Tan armónico y vivaz que no dan ganas de dejar de tomar.
85 puntos | $
Nonrton Malbec D.O.C. 2007 | Norton
Mendoza
Tan conservador como su padre Riccitelli, pero tan cumplir como siempre. Un Malbec de lujo al alcance de casi todos, con buena fruta y vivacidad, a pesar de su reconocido estilo clásico, en el que la madera bien integrada cumple un papel fundamental. Pero también es la redondez que le dan sus tres años de vida. De aromas equilibrados y fieles al cepaje, y un paso por boca muy agradable de disfrutar.
84 puntos | $$
Zuccardi Serie A Torrontés 2009 | Familia Zuccardi
Salta
Se sabía que tarde o temprano también les llegarían a los Zuccardi las ganas de hacer un Torrontés donde mejor (al menos hasta hoy) sale: Salta. Un ejemplar voluptuoso y con sus ímpetus bastante domados, tanto en aromas como en sabores. Mucha tipicidad y también personalidad, más para servir en la mesa que para disfrutar casualmente por copa.
