El icónico cóctel Margarita cumple 75 años, con una historia apasionante en la que Cointreau ha jugado un papel esencial. La creación del Margarita se remonta al verano de 1948, en las playas soleadas de Acapulco (México), cuando la socialité estadounidense Margaret Sames, conocida como Margarita, organizó un evento que se convertiría en el punto de partida para la creación del cóctel tal como lo conocemos hoy. Durante este evento histórico, Margarita Sames combinó sus ingredientes favoritos: Cointreau, jugo de lima, tequila y sal, para dar lugar a este combinado que, posteriormente, se convertiría en un clásico de la coctelería internacional.
Desde la creación del Margarita, Cointreau se erigió como el ingrediente esencial en la receta de este cóctel. Como en las mejores recetas tradicionales, el toque mágico de Cointreau estaba presente en las notas de Margarita Sames, con una instrucción precisa para quienes se aventuraran a preparar su cóctel. Tanta es la influencia de Cointreau que Margarita Sames afirmó: “Un Margarita sin Cointreau no vale ni su propia sal”.
En el fascinante mundo de la coctelería, el Margarita se alza como un icono indiscutible. Con el tiempo, esta bebida clásica se ha popularizado e incluso se han lanzado diferentes interpretaciones de este combinado. Actualmente, existen más de 50 versiones oficiales de esta emblemática bebida, cada una aportando su propio matiz de sabor y personalidad, pero todas compartiendo la esencia y la elegancia que solo Cointreau puede brindar.
Para conmemorar el 75º aniversario del Margarita, Cointreau también ha versionado este icónico cóctel, con la creación del Margarita Orange Birthday. Esta nueva creación se ha realizado por Alfred Cointreau, quien representa la sexta generación de una familia comprometida con la excelencia en la creación de licores. El Margarita Orange Birthday es mucho más que una bebida; es una experiencia festiva en sí misma. Su sabor chispeante y lleno de vida combina la frescura de las naranjas recién exprimidas con el toque jugoso del Cointreau. Cada sorbo es un viaje sensorial que despierta los sentidos y celebra la riqueza de esta bebida clásica.