En términos coloquiales, viticultores y bodegueros han venido repitiendo que la vendimia será «una catástrofe» por la escasa fruta que se espera recoger. Pero el consejo regulador de la denominación de origen ve inviable que se pueda pedir formalmente la declaración de los viñedos de la Isla como zona catastrófica. MR [Martes, 12 de julio de 2011] [11.00] Así lo ha asegurado el presidente del consejo regulador, Javier Betancort, quien destacó que tan sólo el cuatro por ciento de la viña en Lanzarote está asegurada, uno de los puntos débiles del sector vitivinícola. Una consecuencia, según Betancort, de los problemas estructurales que tiene el sector en Lanzarote: el progresivo abandono de las parras y la escasa rentabilidad por hectárea, lo que hace que la inmensa mayoría de los viticultores no se dedique en exclusiva al campo y no exista el necesario «relevo generacional». Betancort puso sobre la mesa un dato revelador: en la década de los 70 del pasado siglo, con una economía que pivotaba en gran medida sobre el sector primario, se cultivaban unas 3.300 hectáreas . En 1994 había 2.300 hectáreas , un millar menos. En la actualidad, la cifra se ha reducido hasta las 1.950 hectáreas. El abandono progresivo de la viña, destacó Betancort, trae aparejado una pérdida económica, aunque en términos globales no muy representativa para Lanzarote –el sector representa «el dos por ciento del producto interior bruto insular»- pero sí un deterioro importante del paisaje. «Qué …