En Valtravieso se espera con ganas la vendimia. El momento de recoger la uva, trasladarla a la bodega y empezar a trabajarla pensando ya en el vino que saldrá de ella. Aunque antes debe completarse un proceso no menos importante y muy atractivo visualmente porque el color toma todo el protagonismo. Un proceso que es justamente en el que se encuentra ahora mismo el viñedo de Valtravieso: el final de envero. ¿Y qué es el envero? Es el momento en el que la uva, tanto las variedades blancas como tintas, cambia de color. En el caso de las tintas, los racimos adquieren tonalidades rojizas, dejando atrás el color verde. Responden a los cambios hormonales de las plantas, haciendo que los pigmentos que le dan color a la uva se hagan visibles. Este proceso, enmarcado en la fenología de la vid, se produce en agosto, aunque el momento exacto depende de la temperatura y la humedad en el ambiente. Según las condiciones climatológicas de cada añada, se desarrolla antes o después. Este año en Valtravieso el envero es tardío, de forma destacada en la variedad merlot. Normalmente de las más precoces, este año se ha retrasado, dejando un comportamiento poco habitual. Además esta circunstancia condiciona también justo el paso siguiente, la maduración, que es la antesala de la vendimia. Como ésta se va a producir presumiblemente avanzado el mes de septiembre, la maduración se activará en unas condiciones menos cálidas y con menos horas de sol, a diferencia de otros años.
Aunque los tiempos del envero sean algo atípicos, en Valtravieso seguimos presenciando con atención la explosión de color en los viñedos. La uva se prepara para ser recogida y dar el pistoletazo de de salida a la vendimia. Sin duda, activándose así una de las épocas más ilusionantes del año y de mayor actividad en la bodega. |