Diego San José, guionista de la exitosa ‘Ocho apellidos vascos’, aseguró que en su vida había hecho «nada más fácil que prometer fidelidad al vino de Rioja» tras su investidura como Cofrade de Mérito de la Cofradía del Vino de Rioja. El presidente del Consejo Regulador, José María Daroca, y el Gran Maestre de la Cofradía, Javier Gracia, tributaron así un reconocimiento especial a este joven autor guipuzcoano, a cuya destacada trayectoria profesional suma su incondicional aprecio por «el vino tinto, preferiblemente de Rioja», frente a otras bebidas como cervezas o destilados, que dice no probar.
Para San José, que tiene en su haber una veintena de películas y series como ‘Vaya semanita’, «es imposible escribir buenas historias siendo abstemio» y prefiere «los personajes que beben vino», porque cree que la gente que no bebe «esconde algo, no es de fiar». Agradeció el nombramiento reconociendo que «le debo más yo al vino que lo que el vino me debe a mí, pues no creo en las musas, sino en el vino, ya que una simple copa desatasca la cabeza, además de ser algo mágico que hace que la comida que acompaña sepa mejor». A lo que añadió que «no ha habido un buen director que no se haya inspirado en algún momento con el buen vino». Su vinculación con la Rioja será más fuerte a partir de ahora, porque «si bebes aquello que da la tierra, te sientes parte de ella estés donde estés», concluyó Diego San José, atareado actualmente en adaptar el cómic de «Superlópez» para una película que se rodará el próximo año y protagonizará Dani Rovira con el equipo de «Ocho apellidos vascos».
El Gran Maestre de la Cofradía calificó esta investidura como «un hermanamiento de risas, vino y alegría, pues si existe algo mejor que reírse, es hacerlo en compañía, un gran regalo que nos hace Diego San José, de igual manera que nuestros vinos están hechos para disfrutarlos en compañía». Cerró el acto de investidura el presidente del Consejo Regulador estableciendo un paralelismo entre el trabajo de los viticultores y bodegueros riojanos y el del guionista, ya que en ambos casos se dedican a «hacer felices a los demás, pues no en vano la cultura del vino y la cultura del espectáculo forman parte de las raíces más profundas de nuestra civilización». José María Daroca concluyó dando las gracias a San José «por alimentar nuestro espíritu con tu buen humor» y se comprometió, «en justa recompensa, a alimentar tu creatividad con nuestro vino de Rioja, esforzándonos por hacerlo cada día mejor».