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El mes de septiembre es sinónimo de vendimia. Sinónimo de uno de los momentos determinantes en el proceso de elaboración del vino.

Una fase crucial para contar con una buena añada, que determinará la personalidad del vino, su sabor y la esencia de lo que defiende la bodega. 
 
Desde hace unos días, los responsables de Valtravieso siguen de cerca la evolución de la uva en las distintas fincas de la bodega, con el objetivo de poder determinar el momento ideal para su recogida. El color de la uva, su peso, el estado de la piel… son factores importantes para conocer su estado. También las analíticas que se llevan a cabo para conocer básicamente el grado probable y la acidez. Aunque al final, el factor humano y la intuición, con toda la información reunida en la cata de uvas, serán determinantes para fijar el pistoletazo de salida de la vendimia. Será en ese momento cuando se iniciará la recogida de la uva, prevista en un orden en concreto en las distintas fincas de Valtravieso, según el estado de cada una de ellas.
 
Buenas sensaciones
 
El enólogo y director técnico de Valtravieso, Ricardo Velasco, explica que “estamos contentos. Tenemos buenas sensaciones. Estos últimos días ha hecho algo de frío, el tiempo ideal en esta época del año para los Ribera”. Y es que el clima también es importante en este proceso final de maduración. Una realidad que se une a la que defiende Valtravieso desde el primer día y que nos recuerda Ricardo Velasco: “El momento de la poda y la vendimia son los dos momentos más determinantes. Pero en nuestro caso también es importante el papel que juega el terroir. Es otro de los factores que nos hace diferentes al resto porque nuestras fincas son únicas y eso marca también la personalidad de todos nuestros vinos”.