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El nuevo viñedo de la Argentina

Fuente: La Mañana de Neuquén

Esta semana se conocieron los últimos datos estadísticos sobre la superficie de viñedos del país. Principales tendencias, valores y variedades de uva en la Argentina.

Cada año, al cerrarse la vendimia, el Instituto Nacional de Vitivinicultura publica los guarismos del año y realiza un Estudio comparativo del encepado nacional con los censos de 1990 y 2000. Esta semana publicó los datos correspondientes de la campaña 2009 y 2010. Y estos son algunos de los números más interesantes que se desprenden del estudio.

El total del viñedo

En argentina hay 228.575 hetáreas de vid declaradas, de las cuáles 213 mil están destinadas a la elaboración de vinos. Es decir, el 93% las vides participan de la industria del vino, mientras que el resto están destinadas a consumo en fresco y pasas de uva.

Del total destinado al vino, las uvas tintas llevan la voz cantante. A la fecha representan el 48% del total cultivado. Pero el dato más relevante surge de comparar el mismo valor con el año 1990: en los últimos 20 años, las tintas han crecido un 150%, perfilando nuestro país como un claro productor de vinos de color, por sobre blancos y rosados que mandaban en décadas pasadas.

Entre las tinta destacadas, como es de esperar, el Malbec es la más plantada con 28% del total (28,5 mil hectáreas), seguido lejanamente por Bonarda (18% de las uvas tintas), Cabernet Sauvignon (17%) y Syrah, bastante más lejos, con casi el 13%, unas 13 mil hectáreas.

Otra tinta con buen desempeño, y clave para la región Austral, es el Pinot Noir, cuya plantación se ha acelerado en los últimos años. Sin ir más lejos, entre 2008 y 2009, se plantaron cerca de 150 hectáreas con la variedad, mientras que en los últimos 20 años, el promedio de plantación da 72 hectáreas anuales. Con todo, la más expresiva de las uvas tintas sólo cubre el 1,7% de la superficie destinada a vinos, 1681 hectáreas cultivadas a la fecha. De ellas 500 están en Patagonia.

Variedades Blancas

Representan el 23% del total de las uvas Argentinas con destino a la elaboración de vinos. Y contra todo lo pensable, desde el punto de vista de la importancia, la blanca más cultivada es una variedad llamada Pedro Giménez, muy usada para blancos de venta masiva, con unas 13,5 mil hectáreas, y en un fuerte proceso de achicamiento.

Lo sigue de lejos el Torrontés riojano (8,4 mil hectáreas), cuya superficie se ha ampliado de la mano de un mercado exportador que empieza a pedirlo, y con un leve crecimiento (1,7% interanual) está entre las blancas con guarismo positivos. Igual que el Chardonnay, que contabiliza unas 6580 hectáreas con tendencias creciente, junto con el Sauvignon Blanc, con 2278 hectáreas plantadas y un 9% de crecimiento entre las campañas 2008 y 2009.

El caso llamativo lo presenta el Viognier, una de las blancas que inauguraron su consumo con este milenio, y que en los últimos años creció en 600 hectáreas, escalando hasta las 750 que hay a la fecha.

Entre las uvas de gran calidad que decaen, el Semillón y el Merlot destacan por lo pronunciado de su caída: 2 y 3 puntos anuales.

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