Joven, sin paso por madera, para todos los días o cuándo se quiera, este varietal de Bodega del Fin del Mundo presenta un color rojo rubí y algunos reflejos violetas. En nariz asoman, sabrosos, frutos rojos y notas sutiles de flores. Su boca es atrapante: mucha fruta roja donde destaca la ciruela madura. Dulces taninos lo hacen un vino amable, muy fácil de beber.
Siendo un vino para beber joven, destaca su guarda de 2 a 3 años.
Patrizia :typeo:
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¿Sabía que una bodega argentina lanzó al mercado un vino que lleva en su etiqueta las huellas digitales de sus trabajadores? Se trata de Fingerprints de Bodega Terrasur; un Chardonnay 2013 que pasó 6 meses de estiba en botella.