La de ‘los Maguila’ es una familia de empresarios que en su cuarta generación se atreve con el vino y consigue variedades fáciles de beber y de entender
Con D.O. de Toro, pero buscando diferenciarse, realizan tintos frescos, aromáticos y afrutados. El tercero de sus ‘boleros’ estará disponible a partir de febrero
Dejarlo todo por un sueño… y que las vides le devuelvan el sacrificio en forma de grandes vinos. Es la manera que tienen las tierras de la finca ‘Las Tijeras’ de premiar el gran esfuerzo y el mimo que Jesús Peña y su familia dedican a cada una de las plantas de sus 14 hectáreas. De director comercial a viticultor, en sólo 3 años, ya se ha ganado el apodo de ‘el raro de Toro’ en su región, y el respeto en el sector, porque sabe lo que hace, y lo hace bien. Sus vinos de La Casa Maguila convencen (Carretera El Piñero, s/n. Polígono 1, parcela 715. Venialbo. Zamora Tel. 616 26 25 49. www.casamaguila.com), a ritmo de bolero.
Y no es que se dediquen a cantarles a las viñas, si no que cada referencia lleva el nombre de uno especial, porque al fundador de esta joven bodega le gusta explicar a qué sabe un vino ayudándose de la música… ¿y qué mejor que un bolero para hablar de una pasión? El nombre de la firma es también un homenaje, en este caso a su padre, a su abuelo y a su bisabuelo, que fue el primero en recibir el apodo de ‘Maguila’. Cuatro generaciones después, surge este bonito negocio del que tanto la mujer de Peña, como sus pequeños hijos, la quinta generación ‘Maguila’, también forman parte. Para completar el equipo los reconocidos enólogos Pepe Hidalgo y Ana Martín, un tándem perfecto que aporta su saber hacer y su dilatada experiencia en bodegas a cada una de las elaboraciones de La Casa Maguila.
El resultado de tanto esfuerzo común son tres creaciones con D.O. de Toro, hechos 100% con su uva, la Tinta de Toro, y que rompen moldes, porque son vinos fáciles de beber y de entender porque no solo suenan, sino que también saben bien:
Angelitos Negros: un tinto joven, fresco, moderno y de trago fácil. Procedente de cepas de entre 20 y 40 años, con 6 meses en barrica de roble francés y americano usado. De atractivo color rojo picota con tonos violáceos, en nariz es intenso y de aromas frutales de mora, fresa, flores como la violeta y un fondo de madera. En boca es equilibrado, fresco, sabroso y largo, con un final lleno de sensaciones aromáticas. Su precio aproximado es de 9 €
Cachito Mío: es un tinto con semicrianza de 8 meses en barrica nueva de roble americano (80%) y francés (20%). Es un vino suave, sabroso, equilibrado, fresco, envolvente y largo en boca; con intensos y persistentes toques frutales en nariz de mora, fresa, arándanos y plátano con matices de violeta. El precio aproximado es de 13 €
Quizás: a punto de llegar. La primera remesa de la joya de la corona verá la luz en a febrero de 2015. Para entonces habrá pasado 24 meses en barrica de roble francés. Será un vino afrutado, con aroma de sotobosque, y como dicen en la familia: “muy Toro”.
El secreto de Jesús Peña para hacer unos vinos 10 no solo está en la forma que tiene de jugar con el parque de barricas haciendo precisas y concienzudas combinaciones de sus distintas variedades de roble y cambiando el tipo de tostado y grano según el objetivo perseguido; sino también en su mimo de las viñas y su obsesión por las bajas producciones y la gestión del estrés hídrico al que están sometidas por la zona en la que se encuentran. En La Casa Maguila (www.casamaguila.com) todo se hace de manera ecológica y biodinámica y esperan obtener pronto las certificaciones pertinentes que así lo acredite. La mayor parte se produce en la finca ‘Las Tijeras’, uno de los viñedos más antiguos de España que ahora nutre y da quehacer a una familia trabajadora, constante y que en consecuencia obtiene los frutos que se merece. Gracias a ellos, beberse un bolero es posible