Arte y vino,  Sudamerica

Espumosos: crece su preferencia por los consumidores de América del Sur

Las burbujas ya no son solo sinónimo de festejos o momentos extraordinarios. Cada año más consumidores las prefieren como aperitivo, para acompañar una comida y en toda ocasión que simplemente se quiera sentir sus deliciosas cosquillas. La noche también las convoca: las pequeñas botellas de espumosos se ven pasar de mano en mano en las discos y aquellos que se inician en el consumo de vinos, suelen ser seducidos en primer término por ellas.

En Brasil, Chandon está cada vez más presente en las playas; la cerveza y la caipirinha ven amenazado su apogeo. El gigante sudamericano exporta sus espumosos a Inglaterra, Estados Unidos y Rusia, entre otros.

Los espumosos dulces y los rosados crecen vertiginosamente en Argentina, aunque el 61% del mercado se lo llevan los brut y extra brut. Por otro lado, la elaboración de espumosos con torrontés y malbec representan una estrategia muy interesante para seducir al mercado internacional. ¿Quién no querrá degustar un espumoso de la exótica y aromática torrontés?

En Chile, muchas bodegas comenzaron a elaborar espumosos y otras tantas diversificaron su producción. Para invitar al consumo diario, las bodegas chilenas eligen etiquetas simples pero coloridas que capten la mirada en las góndolas. También, en Chile los consumidores tradicionales prefieren los secos, pero las mujeres y jóvenes prueban con los más dulces y rosados.

Bajo el método champenoise o Charmat, ligeramente dulces o dulces, brut, extra brut o nature, blanc de blancs o blanc de noirs, las burbujas convocan y son mucho más que una moda.

Patrizia :typeo:

Deja una respuesta