Finca Moncloa (V.T de Cádiz) ya forma parte de la asociación “Grandes Pagos de España” que agrupa aquellos vinos de terruño de personalidad inconfundible.
Finca Moncloa (V.T de Cádiz) ya es Grandes Pagos de España. Desde su fundación en el año 2000, esta asociación reúne aquellos vinos que encierran en cada botella la expresión del terruño. Entre ellos, los de Finca Moncloa, unos vinos expresivos, únicos e irrepetibles, reflejo del terroir de donde proceden: la Tierra de Cádiz.
Situada en Arcos de la Frontera, Finca Moncloa representa la recuperación de tradiciones olvidadas: la elaboración de un vino tinto de calidad en la Tierra de Cádiz y de una variedad autóctona, casi desaparecida, como es la Tintilla de Rota, que ha vuelto a renacer gracias a la apuesta de la familia González. Esta filosofía entronca con la de Grandes Pagos de España, que se basa en la singularidad de los viñedos y la calidad en las elaboraciones dando, como resultado, unos vinos que expresan la esencia del terruño del que proceden y de la pasión por el trabajo bien hecho.
Acerca de Finca Moncloa
Alfredo García González-Gordon, miembro de la quinta generación de la familia, es el impulsor de Finca Moncloa. Su profesión de ingeniero agrónomo le ha llevado a recorrer muchas zonas vitícolas de Europa y a constatar que, según avanzaba hacia el sur, los vinos le gustaban más. Y así nació su idea de elaborar un vino tinto en la provincia de Cádiz.
Finca Moncloa es un viñedo único y particular:
– Porque cuenta con Tintilla de Rota, que le aporta a los vinos carácter de terruño y originalidad. Esta variedad, casi extinguida, ha vuelto a cultivarse en la Tierra de Cádiz. El resultado es su recuperación de la memoria perdida y de un capítulo importante de la historia vinícola española.
– Por el propio enclave de la viña que está protegida de los cálidos vientos de Levante por la Sierra Valleja, el alto porcentaje de horas de sol en el periodo vegetativo de la planta y la altura del terreno con respecto al terreno circundante, que muestra unas vistas espectaculares desde el punto más alto de la finca.
– Porque a varios kilómetros a la redonda no se encuentran otras viñas plantadas con variedades tintas y se sitúa en un paraje de campo donde apenas existe población.
– Porque se consiguen todos los años uvas de una gran calidad con la que se obtiene un vino tinto con personalidad propia, a pesar de ser una viña muy difícil de cultivar, con grandes pendientes, suelos poco profundos y con características diferenciadoras dentro de la misma parcela.
¿Qué es un “Pago”?
Se considera “pago” a aquel viñedo singular cuyas características lo diferencian de los viñedos circundantes en la zona. Estas diferencias pueden deberse a factores como una estructura de suelo peculiar, una orientación específica o un clon de cepas diferentes. El resultado de estas peculiaridades confiere a estos viñedos una calidad de fruto excepcional. El “pago” es un paraje o sitio rural con características edáficas y con un microclima propio que lo diferencian y distinguen de otros de su entorno. Toda la uva que se destine al vino de pago debe proceder de viñedos ubicados en el pago determinado y el vino debe almacenarse, y, en su caso, criarse, de forma separada de otros vinos.