- En 2011 hubo un loco que dejaba de lado su prometedora carrera en el mundo de la consultoría para montar su propia bodega en la DO Toro. Pronto sorprendió con sus 3 primeros vinos con nombre de bolero, tan llamativos por fuera como diferentes por dentro, que 11 años después siguen siendo grandes hits en infinidad de cartas y mesas
- Tras tiempo sin verle, en 2018 empezó a maquinar algo nuevo… y parece que la ha vuelto a armar. Esta vez, centrándose en otras zonas de elaboración como Salamanca, León o Valencia. Su pasión por las variedades desconocidas y de alto potencial junto a estos años de buen rodaje, le han llevado a producir auténticas y raras joyas que pronto irán viendo la luz y serán objeto de deseo de coleccionistas y amantes del buen vino
Madrid, julio de 2022
Tenía una vida cómoda, dos ingenierías, un puesto seguro como director comercial en una de las Big Four… y un sueño por cumplir: crear sus propios vinos. Jesús Peña empezó a pensar en ello antes incluso de terminar la facultad, le interesaba el mundillo, metió la nariz de forma autodidacta y ahora tiene un Máster en Enología y Viticultura de la Universidad de La Rioja e infinidad de cursos teóricos y prácticos, además de la experiencia que le ha dado sacar adelante su bodega La Casa Maguila, fundada en 2011, donde creó sus tres primeros vinos: Angelitos Negros, Cachito Mío y Quizás. Sus boleros, hechos con Tinta de Toro, se han convertido en un éxito tanto en las salas de muchos restaurantes como en infinidad de hogares. Un tinto joven, un semicrianza y un crianza que enamoran.
Al alma mater de aquella firma, hoy convertida en el Grupo Bodeguero Maguila (https://grupomaguila.com/), pronto le apodaron ‘el raro de Toro’. Empezó haciendo esos vinos diferentes a lo acostumbrado por aquel entonces en la D.O., y a crecer rápidamente -ahora vende cerca de 100.000 botellas al año-. Sus tres boleros dieron el salto al extranjero, y allá por 2018, su espíritu inconformista y sus ganas de hacer más grande aquel sueño le llevaron a buscar fuera de La Casa Maguila. La sede del grupo está ahora en Morales de Toro, y desde allí, el centro de operaciones, Jesús Peña está abriendo parcelas más que interesantes con uvas especiales que él ha identificado como variedades de alto potencial, algunas casi desconocidas y otras no tanto, pero que son proyectos de producción muy limitada que ya apuntan maneras, incluso desde la barrica. A partir de septiembre empezarán a ver la luz etiquetas con D.O. Arribes del Duero, D.O. Bierzo y D.O. Utiel-Requena bajo el abrigo del Grupo Maguila y el buen hacer de Jesús.
Lo que está por llegar son vinos que requieren mucho tiempo y mimo, el que Peña les está poniendo respaldado por su familia, que le alienta y acompaña en cada una de sus locuras. Y vaya si merece la pena seguirle, porque si cualquiera adquiere cierta experiencia tras 11 años dedicación en una materia, en el caso de Jesús, su obsesión por el gran potencial del vino español la ha convertido, incluso sin buscarlo, en un experto en lo único, exclusivo y diferente.
Todos estos proyectos personales con los que entra con desparpajo en el mundo de los grandes vinos han madurado mucho, trayéndonos desde su Grupo Bodeguero Maguila cosas tan diferentes y que ya están dejando boquiabiertos a los pocos que han tenido la suerte de probarlos. Serán vinos muy especiales que saldrán en su mayoría en formato magnum y su forma de conseguirlos será también exclusiva. ¿Te apetece descubrirlas?