Una Garnacha con alma Levantina.
Una de las bodegas del grupo Juan Gil Family Estates, bodegas Atalaya, situada en Almansa, al este de Albacete, elabora el vino La Atalaya del Camino, un tinto coupage de Garnacha Tintorera (85%) y Monastrell (15%), con 12 meses de crianza en roble francés y 15,5% Vol. de alcohol y D.O. ALMANSA
Los viñedos viejos donde crecen las uvas que darán lugar a este vino, se sitúan alrededor de la bodega, donde cultiva las uvas utilizadas para la elaboración de este vino, son arenosos sobre una base caliza, entre 70 y 1000 m sobre el nivel del mar y con un clima especial, continental con una clara influencia mediterránea, con temperaturas extremas en verano e invierno, muy poca precipitación y grandes oscilaciones térmicas entre el día y la noche, cosa que propicia una maduración lenta y pausada.
Después de una esmerada supervisión de cada parcela, la uva se recolecta por separado y se selecciona en bodega, donde macera y fermenta durante 20 días a temperatura, Controlada. El vino realiza la fermentación maloláctica en tanques inoxidables junto a las lías finas, antes de ser trasladado a barricas de roble francés, donde reposa 12 meses antes de ser embotellado y reservado unos meses más.
En WineisVino probamos el La Atalaya del Camino 2016
A la vista
Color de capa alta,rojo picota muy oscuro, con ribetes morados y la´grima pequeña y de caída lenta.
En nariz
Sólo con oler el corcho de la botella, ya nos vienen aromas de fruta madura pero al oler el vino, encontramos un vino maduro, con aromas de fruta roja y negra, compotas, sobre un agradable fondo especiado y tostado, una delicia en la nariz.
En boca
De entrada es un vino con cuerpo y volumen, que llena la boca de sabor y una agradable sensación balsámica, con un alcohol bien integrado que aporta una sensación dulzona, un tanino pulido y bien integrado, que acompaño al paso por boca y un final donde la fruta madura, las compotas, las especias y los tostados aparecen de nuevo en un retro nasal complejo y goloso.
Resumen
El La Atalaya del Camino es un vino que necesita platos a su altura, no vale cualquier cosa, necesita platos con una buena cantidad de proteína (guisos y carnes rojas) y cargados de sabor y complejidad para estar a su altura. La temperatura óptima de consumo estaría alrededor de los 16ºC, para poder disfrutar de toda la elegancia y complejidad del vino.