«Hay microzonas en Toro con una composición ligeramente diferente que la hacen exclusiva y tan identitaria»
18-11-2013
MIRIAM SÁNCHEZ Marcos Eguren es enólogo del grupo Eguren, dueño de la bodega Teso La Monja, perteneciente a la DO Toro. La bodega alcanzó en 2008 un récord en España con su vino Teso la Monja 2008, alcanzando el precio 1.179 euros la botella. Eguren será uno de los ponentes de la jornada «¿Cómo nace un vino Premium?» organizada por La Opinión de Zamora.
– ¿Cómo nace un vino Premium?
– Hay que cuidar lo que la naturaleza produce. Lógicamente hay que tener un origen Premium, es decir, un viñedo excepcional, con unas condiciones únicas de exclusividad, de profundidad y expresión y a partir de ahí, continuar el proceso de una forma cuidad consiguiendo la máxima expresión de ese viñedo. También es una cuestión de tiempo, nuestro viñedo tiene más de cien años, es un producto que se va testando por ciertos prescriptores y que cada vez tiene más demanda, la propia exclusividad va haciendo que tenga un valor añadido superior.
– ¿Qué diría usted que es más importante, la uva o el proceso posterior de elaboración?
– Nosotros siempre nos hemos basado en un producto de una grandísima calidad por su entorno, su autenticidad€ y además no tiene que ser un producto masivo ni repetible. Después el trabajo posterior tiene que estar muy bien hecho y también es importante, pero para mí lo primordial es el origen.
– ¿Qué hace especial a la tierra de Zamora para criar estos viñedos?
– No toda la tierra de Zamora es realmente capaz de conseguir esto, nosotros tenemos ciento y pico hectáreas en la región de Toro, con un nivel de calidad realmente espectacular, con un suelo de arena-grava, no excesivamente profunda y bajo esto la capa de arcilla, estas condiciones de suelo y el microclima tan especial han hecho que podamos tener hoy viñedos que han convivido con la filoxera, algunos pre filoxéricos y otros post filoxéricos pero de pie directo y al final esto da una autenticidad, una identidad. A partir de ahí cada viñedo tiene características propias, hay pequeñas microzonas con una composición ligeramente diferente que la hacen exclusiva y tan identitaria.
– ¿A qué tipo de público se dirige este tipo de productos que excede el valor normal del mercado en estos tiempos de crisis?
– Lógicamente, el segmento es de un poder adquisitivo medio-alto, pero no porque nosotros lo dirijamos directamente hacia él, sino porque es el único capaz de admitirlo, además es gente con conocimientos y con un cariño y una aceptación de los productos del vino de máxima calidad. Estos vinos valen dinero, pero yo siempre digo que hay vinos que valiendo poco dinero son muy caros y vinos que valen mucho dinero y son baratos.
«Un producto que sea fácil de conseguir nunca tendrá un precio medio-alto»
– También se paga la exclusividad.
– Por supuesto, un producto que sea fácil de conseguir nunca tendrá un precio medio-alto, primero porque cuesta menos de producir y segundo porque es muy reproducible. Es como los diamantes en bruto, un diamante de 18 quilates y otro de 40 quilates, la exclusividad es un valor.
– ¿Qué opina de la presencia de capital chino que está comenzando a comprar viñedos españoles?
– Se habla de «algunas» operaciones de inversores chinos o rusos, pero no sé nada concreto. Los inversores, si vienen a España con un criterio de potenciar la zona, la calidad, el producto, el país€ yo estoy seguro de que nos pueden ayudar, ahora bien, si vienen con la idea de hacer un producto masivo y mediocre habrá que tener cuidado porque nos pueden perjudicar.
– ¿Cree que hay cultura del vino en España?
– En España el vino es algo muy cotidiano, para lo que se dice entender de vino tampoco hay que ser un gran enólogo, sino saber lo que a uno le gusta, valorar las sensaciones€ a partir de ahí, no creo que haya una gran cultura del vino pero cada día se va incrementando. Yo creo que los jóvenes son una asignatura pendiente. El vino, la gastronomía en sí, debería ser una asignatura obligatoria en el bachiller.
– ¿El vino?
– (Ríe) Bueno, el conocimiento, la cultura, de dónde viene, porqué, las diferencias, por qué cuesta tanto conseguir una botella de buen vino, porque si no, al final se valoran más bebidas gasificadas que al fin y al cabo son agua con colorante y un poco de azúcar.
– Pero las campañas publicitarias de las bodegas no se dirigen al público joven como otras bebidas como la cerveza ¿qué se puede hacer en este sentido?
– Se pueden hacer muchas cosas, pero en España tendemos a rizar el rizo, a veces hasta el ridículo porque ha habido momentos en que estaba prohibido hacer publicidad del vino, quitaron todos los carteles que había en las carreteras. Hace 30 o 40 años el que bebía vino era considerado un borracho, luego, gracias a Dios, eso ha cambiado pero el contrasentido es que se ha hecho un producto muy elitista. Yo creo que en el punto medio está la virtud.
– ¿Cuáles son los nuevos proyectos de la bodega Teso La Monja?
– Estamos en unos momentos de consolidación, de ir haciendo una marca grande que cada día tenga más prestigio.
– ¿Y eso cómo se consigue?
– Conociendo muy bien el origen, la materia prima, la tierra y la elaboración y luego también con un esfuerzo de comunicación, pero yo creo que este tipo de productos son más para una comunicación directa con el público más que de medios.
– ¿No entran en nuevas tecnologías, redes sociales…?
– Sí, claro, pero no todos. En el mundo del vino hay productos de gran consumo que lógicamente deben hacer campañas en todo tipo de medios, pero en productos de máximo nivel, pues es una comunicación más directa.
– ¿Cómo definiría usted un buen vino?
– Yo creo que un buen vino al final es el que provoca una gran satisfacción, pero por supuesto debe ser sin defectos, con un color atractivo, una aroma de gran expresión, franco, limpio€ luego, dependiendo de la complejidad, de los matices, la elegancia, el frescor, todas esas cosas van sumando aspectos sugestivos y calidad. Al final es un compendio de color, olor y sabor que te permite disfrutar en todos los momentos.
Fuente:http://www.laopiniondezamora.es
