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LA DO MONTSANT ALCANZA EL 50% DE LAS VIÑAS TRABAJADAS CON TÉCNICAS DE CONFUSIÓN SEXUAL

Con el inicio del nuevo ciclo de vida de la viña, y en una apuesta decidida por una agricultura más sostenible, la Denominación de Origen Montsant ha vuelto a poner en marcha la campaña de trabajo con técnicas de confusión sexual en la viña para combatir la Lobesia botrana o polilla del racimo.

Los trabajos, que arrancaron a mediados de este mes de abril, finalizan esta misma semana y alcanzan un total de 926.375 ha, lo que supone ya el 50% de las hectáreas de viña inscritas en la DO Montsant. Con la particularidad de que, además, se concentran en la zona de mayor presión de la plaga y donde tradicionalmente se han aplicado más tratamientos químicos que ahora se ven reemplazados por esta técnica, garantizando una mayor sostenibilidad en la viña.

Es importante destacar también que uno de los factores fundamentales para el éxito de esta práctica es la colectividad, el trabajo en conjunto. Que se sume el mayor número posible de hectáreas y viticultores -actualmente ya son 272 los viticultores involucrados– supone uno de los principales retos en una DO donde la gran mayoría de parcelas son pequeñas y pertenecen a muchos viticultores. Que el proyecto continúe creciendo año tras año garantiza los resultados a futuro.

Contexto

La confusión sexual, que consiste en propagar por todo el ambiente la feromona sexual con la que las hembras atraen a los machos, provocando su desorientación e imposibilitando el apareamiento y, por tanto, poniendo fin a esta plaga, se está impulsando en la DO Montsant desde el año 2017 para evitar emplear tratamientos de tipo químico y contribuir así a la sostenibilidad del territorio.

Otros proyectos de investigación

Además de trabajar para continuar sumando viticultores y bodegas a los trabajos de confusión sexual, la DO Montsant colabora también en otros proyectos de investigación en la viña como por ejemplo un ensayo con diferentes productos, tanto ecológicos como no ecológicos, para luchar contra la botritis; y otro ensayo con bioreforzantes para controlar el oídio y el mildiu en variedades autóctonas sin necesidad de aplicar azufre ni cobre. 

El objetivo de todos estos estudios es trabajar por la sostenibilidad del territorio, la conservación de un entorno natural único y la reducción del impacto ambiental en la elaboración del vino.