Bodegas el Inicio sigue apostando por el cuidado del medioambiente
La salida al mercado de la nueva añada del vino verdejo Pluma Blanca de la Denominación de Origen Rueda llega con un paso más de Bodegas el Inicio en su apuesta por la sostenibilidad. Un objetivo marcado por los responsables de la bodega desde hace tiempo que se plasmó en esta DO cuando, en marzo de 2021, la llegada de Pluma Blanca 2020 convertía a este vino blanco en ecológico. Ahora el siguiente avance en aras del cuidado del medioambiente ha sido eliminar el plástico del tapón, sustituyéndolo por uno natural de corcho.
“Con esta novedad seguimos adelante con nuestro compromiso con el medio ambiente,
sustituyendo el tapón sintético que veníamos usando en Pluma Blanca Ecológico por uno
de corcho más natural y sostenible”, explica el CEO de Bodegas el Inicio, Alfonso Velasco.
La calidad del vino no se ve repercutida por este cambio, señalan, “pero sí nuestro planeta
y la huella que dejamos sobre él”. Todo ello gracias a un material que, además de natural,
cuenta con unas características innatas únicas: resistente y ligero, aislante térmico y
acústico, impermeable a líquidos, elástico y compresible, ignífugo e hipoalergénico. Pero
sobre todo, el corcho es un material 100% natural, renovable y biodegradable.
La utilización del corcho es sostenible, porque se obtiene de la corteza del alcornoque, un
árbol que no se vuelve a tocar hasta pasada una década, el tiempo necesario para que se
regenere de nuevo. Es biodegradable y, por tanto, se descompone fácilmente por la acción
de agentes biológicos, como el sol, el agua o las bacterias, algo que no consigue el plástico
y sus derivados.
Características organolépticas
Ya en la cata, Pluma Blanca Ecológico 2021 presenta en la fase una capa alta para un
verdejo, con tonalidades de atractivos tonos amarillos – verdosos.
En la fase olfativa se aprecia una intensidad aromática muy elevada, para un vino
potente, intenso, elegante y muy agradable en nariz. Aparecen aromas típicos de la
variedad verdejo, pero con matices complejos de frutas de hueso (melocotón, albaricoque,
paraguaya) y matices de flores blancas (jazmín).
En boca resalta el equilibrio de un vino que resulta agradable y cremoso, con un cuerpo
alto que consigue eliminar el amargor final presente en otros verdejos gracias a la
viticultura ecológica.