La compañía ha desarrollado una plataforma de software que le permite procesar todos los datos recolectados por sus drones en el campo para ofrecer a los viticultores una gestión inteligente y optimizada de su cosecha
España, gracias a las 960.000 hectáreas de viñedos cosechados (con 13% de la superficie mundial) es el país con la mayor cantidad de terreno dedicada a este cultivo. Sin embargo, está lejos de ser el más productivo (6 millones de toneladas de uva), por detrás de países sin una gran tradición vitícola como China. Este es uno de los motivos por los que Terraview, una startup con apoyo de inversores globales, se ha especializado en el procesamiento de imágenes de viñedos a través de su propia plataforma de software con tecnologías de última generación como la inteligencia artificial y el big data.
“España está considerado el país del vino debido a su tradición, pero los datos nos muestran que no está aprovechando todo su potencial”, explica Prateek M. Srivastava, CEO y cofundador de Terraview. “Por este motivo, en Terraview hemos apostado por la implantación de las últimas tecnologías para modernizar y digitalizar el sector de la viticultura. Nuestro software seguirá mejorando e incorporando nuevas funcionalidades a medida que vaya aprendiendo de cada viñedo. Queremos crecer junto con los agricultores y las bodegas, ayudándolos a estar a la vanguardia de la viticultura de precisión”, añade Srivastava.
Terraview advierte de que una gestión ineficiente de la viña conduce a pérdidas económicas sustanciales en todo el mundo que pueden alcanzar hasta los 32.000 millones de dólares anuales debido a problemas de riego y gestión de enfermedades, así como 15.000 millones de dólares por deficiencias en el pronóstico meteorológico. Este es el motivo por el que la compañía ha desarrollado su propia plataforma tecnológica en la que se procesan todos los datos para ofrecer a los viticultores la gestión inteligente de sus cosechas.
El núcleo de la tecnología de Terraview es un software de machine learning que analiza datos de diversas fuentes, tales como drones, satélites o incluso tabletas. Este proceso permite a la bodega o al agricultor obtener información en tiempo real acerca de los niveles de humedad o nutrientes, así como la detección de plagas existentes o potenciales. Esta tecnología también posibilita la automatización y agilización de procesos, de tal forma que el viticultor pueda centrarse en las cuestiones más importantes. Hay dos tecnologías clave para obtener y procesar esta información:
– Drones: equipados con sensores geotermales avanzados capturan imágenes de alta calidad sobrevolando la viña. Además de mapas de humedad y vigor, los drones ofrecen información acerca de infecciones fúngicas o bacterianas.
– Realidad aumentada: los agricultores y técnicos agrícolas pueden evaluar la situación de cada vid gracias a una tableta o un teléfono inteligente, que muestra datos e indicaciones a través de gráficos superpuestos a la imagen. Además de establecer los puntos de poda óptimos, el software es capaz de detectar deficiencias de nutrientes a través de las variaciones de color de las hojas.
«La producción de vino es un arte muy antiguo, pero el creciente tamaño de las viñas y los desafíos del cambio climático exigen usar nuevas herramientas. Queremos proporcionar una tecnología innovadora que ayude a todos los implicados en esta industria global a tomar mejores decisiones, tanto con respecto a la cantidad como a la calidad de su producción”, afirma”, afirma Srivastava.