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LA VENDIMIA 2019 DE LA DO TERRA ALTA: MENOS PRODUCCIÓN PERO DE UNA CALIDAD EXCELENTE

Con casi el 100% de la cosecha entrada, la vendimia de la Denominación de Origen Terra Alta volverá a ser excelente desde el punto de vista de la calidad gracias especialmente a las condiciones climatológicas del pasado mes de septiembre, con lluvias constantes y un cierzo posterior que ha secado las plantas, impidiendo que se provocaran daños en la cosecha.

Pese a estas lluvias de septiembre, el año se ha caracterizado por ser especialmente seco, razón por la cual la vendimia de este año, con cerca de 35 millones de kilos de uva, será ligeramente inferior a la media de los últimos años, que se situaba entorno a los 37 millones. Por otra parte, esta sequía que ha sufrido la comarca durante todo el año es la que otorga a la uva una calidad excelente, ya que las viñas viejas de variedades autóctonas están acostumbradas a sufrir este estrés hídrico.

La Cariñena es la variedad que más ha sufrido la bajada de la producción. La ola de calor de finales de junio y principios de julio, con temperaturas superiores a los 40º, afectó a unas 400 hectáreas de viña, especialmente de cariñenas que, con un estado fenológico aún débil, acusaron mucho las altas temperaturas.

En total, de los 35 kilos vendimiados, 16 millones corresponden a las variedades negras y 19 millones a las blancas, de las cuales más de 9 millones son de Garnacha blanca, que continúa siendo la variedad más representativa de la DO.

Controles de producción

Este año se han llevado a cabo controles exhaustivos en las viñas tanto cualitativos como cuantitativos para asegurar el cumplimiento de los potenciales máximos admitidos por la DO Terra Alta, que son de 8.000 kilos/hectárea en las variedades negras y 10.000 kilos/hectárea por lo que respecta a las blancas. El objetivo de estos controles es certificar que todo el vino que se califica como DO Terra Alta proviene de los viñedos de la DO, velando así por la trazabilidad y el valor añadido de sus vinos al tiempo que garantiza el desarrollo sostenible de la zona de producción y la supervivencia de viticultores y bodegas.