Fuente: Verónica Césari – Diario Uno
entre $1,85 y $4 sale el combo de etiqueta, contraetiqueta, corcho o tapón y cápsula. Todo depende de si es un vino de línea masiva o premium. Las bodegas apuestan por distinguirse.
Vestir una botella de vino tiene un costo promedio de 1,85 pesos.
Este valor, que varía si el vino es de línea masiva o premium, incluye la etiqueta, la contraetiqueta, el corcho o tapón y la cápsula. En el caso de los vinos de alta gama, el costo puede superar los 4 pesos.
Los precios de los insumos secos han variado durante el año y esto impacta directamente sobre los costos totales de una botella de vino que tienen las empresas vitivinícolas.
En el caso de los vinos de líneas masivas, se calcula que éstos equivalen a la mitad del costo total de producción.
Mientras que en los vinos premium, por el valor de comercialización que tienen, representa alrededor de 10% del costo total, aunque el precio del vestido de botella es más alto.
En un mercado de vinos creciente, las bodegas apuestan por distinguirse de otras marcas para atraer a los consumidores.
La etiqueta –más allá del conocimiento que pueda tener la persona que compra un determinado vino– es la carta de presentación del producto. Por este motivo, las empresas vitivinícolas hacen hincapié en la creación de una etiqueta única, que resuma los valores de su producto y de la bodega.
En la etiqueta está impresa la marca, el tipo de vino, el contenido neto, la procedencia del vino, el porcentaje de alcohol y el número de inscripción en el Instituto Nacional de Vitivinicultura.
Mientras que la información que se imprime en la contraetiqueta tiene que ver con la descripción enológica, las características de elaboración, las recomendaciones gastronómicas para maridar y la temperatura adecuada de consumo.
Mariela Gutelli, del estudio de diseño Caliptra, explicó que el costo del diseño de una etiqueta es diferente según la calidad del vino, el lugar en donde se venderá y del volumen que se comercializará.
“El diseño de una etiqueta arranca en los 2.000 pesos, aproximadamente, y el costo comienza a subir dependiendo de la cantidad de colores que ésta lleve, del tipo de papel y de la tinta que se utilice para la impresión”, aclaró.
Además, la diseñadora manifestó que a la hora de pensar el vestido de la botella también se tiene en cuenta si la venta se realizará por 6 botellas o individualmente, porque en este último caso los costos varían según el estuche que se elija.
El diseño de la etiqueta y de la contraetiqueta se realiza una vez y sólo se realizan cambios según el mercado en el que se venderá el vino y la añada correspondiente.
Patricio Reich, de Bodega Renacer, sostuvo que las etiquetas y contraetiquetas para su empresa tienen el mismo costo, más allá del mercado en el que comercializarán el vino.
“El valor por etiqueta es de unos 50 centavos. Como es una bodega familiar, las decisiones relativas al marketing se toman rápidamente. Nosotros decidimos tener las mejores etiquetas, más allá del costo final que tenga el vino”, indicó.
Reich agregó que las etiquetas de sus vinos, tanto de la línea Punto Final Clásico y la Reserva, son novedosas, innovadoras, con un diseño elegante y que apunta a un consumidor de entre 25 y 45 años.
Por otro lado, Emiliano Carbonero, gerente comercial de Interwines, destacó que ellos utilizan las mismas etiquetas tanto para mercado interno como externo y que tienen un costo de alrededor de 65 centavos más IVA.
“Lo único que varía en el diseño es el año de cosecha y las especificaciones que se imprimen en la contraetiqueta, porque depende del mercado en donde se comercializarán”, dijo.
Cápsula y corcho
En general, el precio promedio que tienen las cápsulas con las que se viste una botella de vino es de 15 centavos. El valor de este insumo varía según la cantidad de litros de vino que se venderán en el mercado y de la calidad del mismo.
Hay diferentes cápsulas en el mercado: cápsulas complex, para espumantes y de PVC, cada una de ellas tienen precios que oscilan entre 15 y 50 centavos.
El consultor vitivinícola Carlos Navarro explicó que hay otras más caras, con un precio de entre 30 y 50 centavos, que son las que se utilizan para los vinos ultra premium.
Los precios también varían en el caso del corcho o tapón que se utilice para cerrar la botella de vino. El tapón es uno de los insumos secos más importantes, ya que con él se preserva la calidad del vino que las bodegas envasan.
En el mercado se pueden encontrar corchos naturales, sintéticos, aglomerados, tanto para vino como para espumantes.
Además, hay una tendencia a la utilización de la tapa a rosca, especialmente para vinos que se exportan a determinados mercados como es el del Reino Unido.
“En el caso de un corcho natural, el precio es de 1,50 a 2 pesos por unidad y es el que se utiliza en las líneas premium. Mientras que en el caso de los corchos sintéticos, los valores oscilan entre 15 y 20 centavos por unidad”, manifestó Navarro.
Patricio Reich indicó que en su bodega se utilizan tres tipos de corcho: sintético, tapón de aglomerado y tapa a rosca. “Los tapones que usamos tienen un costo de entre 20 y 35 centavos por unidad”, agregó.
Por otro lado, Carbonero, de Interwines, indicó que tienen un costo de 35 centavos promedio para los corchos sintéticos que utilizan en la bodega y de 38 centavos en el caso de la tapa a rosca.
Botella y caja
El consultor Carlos Navarro explicó que los costos de las cajas para embalar seis botellas tienen un valor promedio de 2,50 pesos, que varía según la calidad de la misma. Sin embargo, aclaró que hay casos de vinos personalizados en los que los precios de las cajas trepan a 3,50 pesos.
Carbonero manifestó que el último lote de cajas que adquirió su empresa tuvo un costo de 3,50 pesos más IVA para seis botellas.
En el caso de las botellas, Navarro sostuvo que los costos de cada unidad arranca en 1 peso y llega a 2,20 pesos, aproximadamente.
Si se utilizan botellas usadas, que pasan por un proceso de limpieza estricto, el precio promedio ronda los 1,50 pesos.
Los costos
Navarro manifestó que los costos de los insumos secos que se utilizan a la hora de vestir la botella de vino depende directamente de las líneas con las que la empresa trabaje y de la rentabilidad de las bodegas. “En las líneas masivas, el costo de los insumos secos a veces es mayor que el costo que tiene la bodega a la hora de producirlo. Por otro lado, en los vinos de los segmentos premium, especialmente los que se exportan, el costo de éstos no influye tanto en el precio final ya que estamos hablando de vinos que se comercializan en alrededor de 90 pesos o más”, destacó.
Además, el consultor vitivinícola explicó que para aquellas bodegas que no tienen servicio de fraccionamiento, el costo de servicio de vestido de la botella es de unos 85 centavos por unidad más el costo de todos los insumos secos que se utilizan.
Para Carbonero, el valor de estos insumos impacta directamente sobre los productos de la bodega. “Una botella de Manada, que es el vino clásico de Interwines, tiene un costo total de producción de 6 pesos, la mitad de éste es de insumos secos, y se comercializa en unos 7 pesos”, destacó.
El gerente comercial de Interwines aseguró que este año los precios de los insumos secos se mantuvieron, a pesar de que muchos de ellos son importados. “Los proveedores están al tanto de los precios de venta, especialmente los del vino a granel. Ellos equiparan sus costos con el precio que tiene el vino de traslado. Este año, el corcho tuvo un aumento de precio considerable. Lo mismo sucede con las botellas, que han tenido 10% de incremento mensual”, manifestó.
“Hay que adaptarse y buscar proveedores para mantener la rentabilidad del negocio, esa es la clave”, concluyó.
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