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LOS DULCES DE JUMILLA EN MADRID

UNA NUEVA EDICIÓN DEL SALÓN DE VINOS GENEROSOS, DULCES Y FORTIFICADOS ACOGE UNA REPRESENTACIÓN DE 10 VINOS DOP JUMILLA 

LA MONASTRELL COMO HILO CONDUCTOR: HISTORIA, TRADICIÓN Y UVA AUTÓCTONA

Jumilla, 1 de febrero de 2022. La DOP Jumilla viene de estar en el Salón de vinos dulces, generosos y fortificados de Madrid representada con 10 vinos dulces y de licor; una auténtica maravilla enológica mundial que representa la historia viva de una región. 

Los vinos, en su mayoría tintos, presentaban la visión personal de cada bodega de la uva insignia de Jumilla, la Monastrell. Los asistentes pudieron catar distintos vinos que mostraban la diversidad de la DOP Jumilla, encontrando diferentes estilos al catar los vinos dulces y de licor 100% Monastrell, Camelot de Bodegas Salzillo, Casa de la Ermita Dulce Monastrell, de Esencia Wines, Silvano García Dulce, de Bodegas Silvano García, Amatus, de Bodegas Bleda, Torrecastillo Dulce Monastrell, de Bodegas Torrecastillo, Alceño Dulce, de Bodegas Alceño se unían al legendario Olivares Dulce Monastrell, y al vino naturalmente dulce Lácrima Christi, de bodegas BSI, el cual, con sus más de 20 años de solera, no dejó a nadie indiferente embriagando el salón de unos aromas y densidad únicos. 

La nota de color la pusieron dos nuevas elaboraciones, el vino blanco Casa de la Ermita dulce blanco, que cambiaba este año su composición de uva Macabeo a uva Sauvignon Blanc ganando frescura, y Bodegas Luzón, que hacía la puesta de largo de su nuevo vino Luzón Dulce, un vino elaborado 100% con uva Sauvignon Blanc, y criado durante 8 meses en barrica, que deleitó a las personas que fueron pasando por el stand multi bodega de la DOP Jumilla.

Los asistentes al salón se mostraron interesados y satisfechos con las novedades que presentaba la DOP Jumilla. En la mañana, distribuidores, y agentes comerciales, cataron mano a mano con reconocidos hosteleros y periodistas de la ciudad. Por la tarde, el salón abrió la convocatoria a estudiantes y visitantes profesionales, a clubs de cata y amantes del vino.  Sorprendió la visita de hosteleros y distribuidores procedentes de otros lugares de España como Murcia o Barcelona, quienes se desplazaron a la capital atraídos por el interés de este salón. 

Debido a las restricciones por Covid, se planteó un horario de visitas escalonado, con franjas horarias para todos los participantes. Este sistema evitó aglomeraciones, y permitió un incesante flujo de visitantes interesados en los vinos DOP Jumilla. 

Desde el CRDOP Jumilla se valora positivamente esta acción promocional, que permite introducir a la DOP Jumilla desde la perspectiva histórica, de terruño y su uva autóctona, la Monastrell, dado que estas elaboraciones se hacen de forma tradicional desde hace varios siglos en la zona, y permite profundizar en los valores diferenciales de la DOP Jumilla. 

“Poner en valor nuestros vinos dulces, es otra forma de acercarse y comprometerse con el consumidor – indica Silvano García, presidente del CRDOP Jumilla- y por ello, Covid mediante, estaremos en la gran feria de Vinoble, en Jerez de la Frontera el próximo mes de mayo mostrando la diversidad y riqueza de los Jumilla dulces y de licor a los amantes de este tipo de vinos”. – Un público que según los últimos estudios va recuperando sus consumidores y se encuentra recobrando fuerzas en el mercado nacional. 

Sobre la Denominación de Origen Protegida Jumilla

La Denominación de Origen Protegida Jumilla (DOP Jumilla) posee una tradición vitivinícola que se remonta a los restos de vitis vinífera – junto a utensilios y restos arqueológicos- hallados en Jumilla originarios del año 3.000 a.C., siendo los más antiguos de Europa.

La zona de producción, en altitudes que varían entre los 320 y 980 metros y surcada por sierras de hasta 1380 metros, la delimitan, por un lado, el extremo sureste de la provincia de Albacete, que incluye los municipios de Montealegre del Castillo, Fuente Álamo, Ontur, Hellín, Albatana y Tobarra; por el otro, el norte de la provincia de Murcia, con el municipio de Jumilla. Un total de 22.500 hectáreas de viñedo, en su mayoría de secano, y en vaso, ubicado sobre suelos predominantemente calizos. Las escasas precipitaciones que apenas alcanzan los 300 mm al año y las más de 3.000 horas de sol, propician la escasa incidencia de plagas y enfermedades, lo que permite un alto porcentaje de cultivo ecológico.