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Mi pequeño gran amor, por Josep Maria Albet de Albet i Noya

Soy un enamorado del Xarel·lo porque es la variedad que he mamado desde pequeño; recuerdo que la uva que comíamos en casa en invierno era Xarel·lo. Mi madre y mi abuela la colgaban en unos cañizos en la cuadra vieja de la masía, y era xarel·lo porque era la única uva que se guardaba sin estropearse, sólo se pasaba un poco, lo escogían de la parte empinada de la viña del” Ton Gulart “(1944) que hoy con 67 años, aun hace un excelente Xarel·lo de granos siempre rubios y delgados.

El Xarel·lo era y sigue siendo la uva más arraigada en nuestra casa y en la zona de los Costers del Ordal, aunque yo todavía no he plantado nunca es la variedad que más tenemos!(18ha).
Desde los 16 años que cultivamos Xarel·lo y tanto en verano como en invierno, tanto con las cepas con uvas, llenos de verde, como con el cepas peladas sin hojas, te puedo decir si esa cepa o aquella viña hará una buena uva, de aquel color rubio oxidado, pigmentado y seco que madura como la miel, huele como el almendro y el naranjo florecido y que sabe a membrillo, pero sobre todo a xarel·lo.

Sé los terruños que le gustan al Xarel·lo para hacer buen vino, aquellos de tierra ligeramente rojiza, de textura piñolenca y calcárea de las terrazas de los Costers del Ordal y del Garraf y también de la cordillera interior del Penedès entre los 200 y 400 mts. de altura, estos son lo buenos terruños del Xarel·lo.

En el valle central, de tierras profundas y grasas, muchos viticultores dicen que al Xarel·lo no le gusta, que no le prueba y en realidad lo que quieren decir es que produce poco y a los que no les gusta es a ellos, lo que quieren decir con esta postura es que les interesa más hacer macabeo, u otras variedades más productivas. Aunque también tienen algo de xarel·lo que lo encaminan más hacia la producción del cava.

El Xarel·lo hace muchos años que encontró su casa en el Penedès, un lugar idóneo para crecer y dar el mejor fruto especialmente en los terruños de estas subzonas naturales donde expresa lo mejor de su carácter, los Costers del Ordal y Garraf y la cordillera interior, donde cada vez más viticultores lo entienden y han aprendido a cuidar estas viñas viejas de la mejor manera, sin darle demasiado vigor, sabedores de que no da una cosecha muy abundante, pero de la que sale un vino excelente y que poco a poco, tanto los conocedores y amantes del vino como el consumidor de todo el mundo lo irá descubriendo como un gran vino.

Hay que reconocer y valorar la aportación a la calidad y reconocimiento del Xarel·lo que ahora ya están haciendo muchos otros viticultores inquietos del Penedès, que de unos años hacia aquí cuidan como nosotros el Xarel.lo pensando siempre en la expresión del vino que ha de salir, unos viticultores que ya están aprendiendo que si replantan las cepas que faltan en las viñas viejas, pueden alargar muchos años la vida de estas viñas justo cuando mejor uva dan.

Hay que reconocer los enólogos que los últimos años están haciendo elaboraciones osadas y atrevidas, con maceraciones de la piel, trabajando con las lías, con barricas de los mejores robles y también de acacia y castaño, ellos son la base y la piedra angular de la 3ª dimensión del Xarel·lo, la de la mineralidad, el volumen en boca, la profundidad, la armonía y la raza.

Buen Xarel·lo 2010!
Josep Maria Albet

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