Hoy por fin me voy de vacaciones, un par de semanas que espero sean de relax y depuración mental, lejos de mis contribuyentes y de mis compañeros, lejos de ese tumulto de voces que cada mañana se genera al otro lado del cristal de mi oficina; esta fue una mañana larga y tediosa, como una mala película, quizás para compensar la paz que deje cuando salga de aquí; ayer en previsión decidí abrir una botella, a la sombra del porche de mi jardín, espero que sea la primera de muchas buenas en estos días de descanso.
Tras rebuscar en mi sacro templo llamado por otros vinoteca, me decidí por este Arlanza, procedente de una visita a la bodega de hace unas lunas; el vino tiene un 95% de tempranillo y un 5% de cabernet, y ha permanecido con una crianza de doce meses en barricas de roble americano; el vino tiene un vivo color cereza, capa media, con apariencia de juventud, sus aromas son a fruta madura, cerezas y frambuesa, así como a la madera en la que ha permanecido, que se encuentra perfectamente enlazada; un vino intenso en nariz, pero algo menos en boca, con cuerpo pero manteniendo su juventud, carnoso, llena tu boca y tiene muy agradable paso, y muy buen final, una grata sorpresa. Me gustó mucho mas que el de 2003 que ya mencioné en este blog, y ademas creo que lo he abierto en su mejor momento. Recomendable Arlanza.
R.
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