El pasado 14 de agosto, las Bodegas Tío Pepe se convirtieron en el escenario de una cata original y armónica: música clásica y vinos de Jerez. Alrededor de 400 asistentes degustaron un maridaje basado en piezas musicales de Vivaldi, Debussy, Shubert y Mozart con Tío Pepe, Alfonso y Néctar, de la mano de “The Soloist of London”, un conjunto de reconocidos músicos procedentes de distintas orquestas europea.
Con esta iniciativa se plasma la versatilidad del vino de Jerez, que puede acompañar un menú desde principio a fin, una buena reunión e, incluso, una velada musical. Además, la selección de diferentes ubicaciones para cada pieza y vino, potenciaron la magia y el hechizo que se respira en cada rincón de esta bodega.
Fino Tío Pepe & Vivaldi
En primavera las ferias inundan la geografía de Andalucía y es el momento en el que el fino Tío Pepe luce en la fiesta. También es la estación del en la que las levaduras, que miman durante toda su vida al Tío Pepe, se encuentran en el mejor momento. en “La Primavera” de Vivaldi, las notas agudas y alegres de los violines se potencian con una copa de Tío Pepe. Las sensaciones punzantes, salinas y secas en el paladar se funden con las melodías del violín y del quinteto de cuerdas que le acompaña.
Escenario: el patio de la bodega Lepanto, sensible al cambio de estación y cuyas parras se tiñen de verde y sombra en primavera
Oloroso Alfonso & Debussy
Los olorosos son vinos que invitan a la meditación, al igual que el piano en estas obras (“Una velada en Granada”, “Los jardines bajo la lluvia” y “Claro de luna”) conduce al recogimiento. La música de Debussy, con sus ritmos sugerentes y matices, al igual que una copa de oloroso Alfonso, tiene la capacidad de invadir y apoderarse de los sentidos en en pocos segundos. La fuerza y la potencia se unen con la elegancia y la solemnidad.
Escenario: la bodega de los Apóstoles, que refuerza la sensación de grandeza y delicadeza. Junto a los más grandes toneles de vino que presiden la bodega, de los más grandes del Marco de Jerez, reposan las antiguas soleras fundacionales, exponentes de la finura y elegancia de los vinos de González Byass.
Pedro Ximénez Néctar & Schubert
La mayor virtud de un gran vino de Pedro Ximénez es el equilibrio entre la dulcedumbre y la acidez frutal, que sea dulce, pero nunca empalagoso. La armonía perfecta entre dulce, amargo y ácido es la gran virtud de Néctar. Este cuarteto de cuerdas de Schubert alcanza también esta cualidad. Música dulce, delicada, lejos de estridencias al oído pero, al mismo tiempo, fresca, capaz de emocionar a quien la escucha.
Escenario: la bodega de los Reyes, que atesora las botas de vino dedicadas a los grandes personajes reales de los dos últimos siglos y personajes de la ciencia, la cultura y las artes, que han firmado muchas de las botas que aquí reposan.