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PINOT NOIR: LUCES EN EL CIELO.

Es una de las variedades más nobles de Borgoña, Francia, es muy destacada también en la Champagne, y también en Loire, se la asocia a las “colinas doradas”, famosa Cötes d’or, o también “pendientes de oro”, esto hace referencia a la superficie de dos millas de ancho y treinta millas de largo de sus colinas, donde mejor se ha adaptado esta variedad.
Estamos hablando del Pinot Noir, cuya denominación proviene del árbol de pino, en francés, y noir, que significa noche, por la coloración de la cepa, es una de las cepas más antiguas de la historia, y era cultivada, tanto por los galos, como por los romanos.
Esta variedad, que siempre se le adjudicó la preferencia a artistas, filántropos y poetas, es muy sensible a la variación genética, y hay un gran número de clones de ella, lo que ofrece la Borgoña de calidad, a esta variedad, son sus viñedos con una muy buena exposición al sol, tiene un suelo calcáreo, con piedras calizas, que tiene la característica de contener carbonato de calcio, lo que le da un buen drenaje. Pero también tenemos que señalar que es uno de los cepajes más difíciles de fermentar, tiene en general, un proceso de desarrollo muy acelerado, lo que lo hace muy propenso a la acetificación, tiene la piel muy fina, su color no es para nada intenso, debido a la inestabilidad genética que posee, es bastante vulnerable a enfermedades, sufriendo las heladas, lluvias y calores, pero posee un componente muy solicitado en estos tiempos, como el resveratrol, en cantidades mucho más importantes que otras variedades tintas.
Como señalábamos anteriormente, su coloración es mediana, es un vino muy sutil, muy delicado, y sensual, es extremadamente suave y fresco, sus aromas van desde vainilla, fresas, cerezas, frambuesas, aromas florales a rosas y violetas, y también se destaca algo de pimienta y canela, su textura es suave y aterciopelada, cuenta con una acidez equilibrada, y no es muy tánico. No es una variedad que se destaque por un buen envejecimiento, se los debe consumir jóvenes, ya que al cabo de pocos años se oxida.
Este vino se puede consumir casi a la temperatura de un vino blanco, entre 8° y 10°, siendo uno de las pocas variedades tintas que se pueden consumir frías, y es la variedad distinguida en el acompañamiento al Chardonnay en el vino espumante.
Esta variedad me hace pensar, que se percibe diferente, en pocos casos compartiendo cartel de estrella, muy individualista, sabiéndose exclusiva, conociendo sus limitaciones, pero haciendo una notable gala de distinción. Entre las combinaciones que se le pueden señalar, se destacan el pato al horno con papas, el risotto con azafrán, la trucha ahumada o unas gambas al ajillo. Desde ya…Bon Apettit.
http://horacio-sommelier@blogspot.com//

2 Comments

  • Tierra

    En Navarra ya ha sido aceptada por el consejo, hace muy pocos dias caté el primero de Castillo de Monjardin, un vino muy varietal, color medio, violetas, franguesas, lacteos. Recien sacado por lo que su acidez estaba demasiado viva, todavia no está en el mercado.

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