La mayoría de las personas prefiere tomarse los vinos tintos al poco tiempo de haberlos comprado. Pero muchos eligen guardarlos en su bodega privada y dejarlos ahí durante mucho tiempo (a veces hasta 10 o 15 años), para que vayan mejorando de a poco. Sin embargo, puede suceder que el paso del tiempo juegue una mala pasada y que el vino que tanto se conservó termine arruinándose porque el corcho estaba en mal estado.
¿Qué hacer cuando ese vino premium que uno lleva guardando desde hace más de una década para una ocasión especial (o como inversión) tiene el corcho deteriorado? Para un vino, que el corcho no esté en óptimas condiciones significa que puede ingresar oxígeno a la botella y que el tinto se oxide. Pero en Australia existe la compañía Penfolds , especializada en el reemplazo de los corchos de vinos de guarda.
En general, el corcho es un material que conserva su elasticidad y humedad con el paso del tiempo, pero si las condiciones de guarda no han sido las adecuadas, éste puede secarse e incluso romperse. Si bien existen corchos que se mantienen en buenas condiciones por más de 15 años, no todos son iguales, por lo que siempre conviene revisar su estado en vinos que se mantienen guardados durante mucho tiempo, según informa Cyberpresse .
Para evaluar el estado de los corchos, el propietario de un vino premium puede consultar directamente a las bodegas, pero no son muchas las que ofrecen este servicio y además hay que desplazarse hasta ellas. En cambio, el servicio de Penfolds es a domicilio en cualquier parte del mundo. Desde sus inicios en 1991 ya llevan más de 95.000 corchos reemplazados. Y como dice el viejo refrán, «no existen grandes vinos, sólo existen grandes botellas».
Fuente: La Nación (Arg)