La DO Catalunya ya tiene sobre la mesa las primeras previsiones de la vendimia de este año que, a pesar de las adversidades climatológicas, se aproximará a los valores de una cosecha normal.
La vendimia 2019 está empezando ya en algunas comarcas, aunque llegará a su máxima actividad en la segunda quincena de agosto y el mes de septiembre. Las primeras valoraciones son optimistas, a pesar de las inclemencias meteorológicas que han sufrido algunas zonas en las últimas semanas.
La salida de uvas por cepa ha sido similar a la del año pasado y los viñedos presentan, en términos generales, un buen aspecto vegetativo.
Sanitariamente, la situación en estos momentos es muy satisfactoria. A nivel de mildiu, varias zonas aún no han detectado ni siquiera la primera mancha en hoja. Por otra parte, ni la plaga ni la polilla del racimo están generando problemas de importancia. Si bien es cierto que en el extremo sur del país se ha vivido una ola de calor que provocó quemaduras de hoja y fruto de cierta relevancia.
En cuanto a la secuencia de los estadios fenológicos, el envero, es muy incipiente e incluso inexistente en buena parte de la zona de producción de la DO. Todo ello indica una previsión de inicio de vendimia similar al del año pasado, y al que en el conjunto de los últimos 15-20 años, se podría considerar normal: principios de septiembre.
Todavía resulta complicado entrar a hacer estimaciones de cantidad de cosecha, teniendo en cuenta que un escenario de sequía o por el contrario, de lluvia generosa, durante este próximo mes de agosto, puede suponer un recorte o un incremento destacable de las producciones de uva.
En condiciones habituales de mediados de verano, es bastante factible pensar en que la cifra se puede aproximar bastante a los valores de una cosecha normal, o quedar sólo un poco por debajo.