Fuente: elmundovino.com
El CTPS (Comité Técnico de Semillas y Plantas) del Ministerio de Agricultura francés se acaba de pronunciar a favor de la inscripción inmediata en el catálogo de castas permitidas en el vecino país de la albariño española («o alvarinho, en portugués», como precisa). A falta de los trámites de la ratificación de esa decisión por el Ministerio y su publicación en el ‘Diario Oficial’, es ya oficial la ‘nacionalización’ del albariño en el primer país productor del mundo.
Esta inscripción se ha hecho sobre la base de los datos técnicos ya disponibles sobre la casta, sin pasar por una fase de experimentación en Francia, lo cual demuestra el interés que existe por su pronta introducción. Sin embargo, el CTPS propone a las autoridades regionales vitícolas que sólo otorguen las primas de plantación a aquellas parcelas cuyos propietarios acepten inscribirlas en una red nacional de experimentación, para permitir un seguimiento técnico de esas plantaciones y afinar los conocimientos sobre el comportamiento de la albariño en Francia.
Explica el sitio en internet Vitisphère.com que existe una gran moda mundial de la albariño, recientemente implantada a pequeña escala en las zonas de Gisborne, Hawke’s Bay, Northland y Marlborough en Nueva Zelanda, donde su primera cosecha acaba de dar resultados muy prometedores, según un artículo que publica la revista neozelandesa ‘WineGrowers‘: «Es fácil de beber, como el pinot gris, con los aromas de la gewürztraminer en un estilo más fresco y ligero», dice Steve Voysey, enólogo de Pernod Ricard en Gisborne.
Aparte de lo estrambótico de esa comparación con el gewürztraminer, se puede recordar la ya amplia difusión de la albariño en Estados Unidos, mientras que en Australia, debido a un error de identificación del que hemos dado amplia cuenta en elmundovino, lo que creían ser albariño ha resultado ser savagnin (traminer).