Después de secarlos, seleccionamos los tapones automáticamente con una máquina de visión artificial, que clasifica el producto detectando errores no perceptibles al ojo humano. La clasificación de los tapones con esta máquina nos permite asegurar que sólo el producto de la mejor calidad llega a nuestros clientes. Si el cliente lo desea, imprimimos la marca o el logotipo en el tapón con una plancha de fuego o con tinta. Aplicamos un tratamiento a base de suavizantes y parafina que facilitará la colocación y extracción en la botella. Una vez finalizado este proceso, los tapones se esterilizan, se embolsan y se embalan en cajas selladas que se almacenan hasta el momento…