Ricardo III, monarca despótico y cruel que reinó fugazmente en Inglaterra entre 1483 y 1485, inmortalizado luego por William Shakespeare, llevó un ritmo de vida auténticamente real, con banquetes opíparos y un consumo diario de al menos un litro de vino, al margen de cerveza y otras bebidas alcohólicas, según un análisis químico realizado por investigadores de la Universidad de Leicester y el British Geological Survey. Los autores han empleado para su trabajo diversos huesos y dientes exhumados recientemente. Los investigadores, cuyo estudio se ha publicado en la revista Journal of Archaeological Science, han obtenido sus principales conclusiones después de analizar la presencia de ciertos isótopos (de oxígeno, estroncio y…