La bodega Pago de Tharsys ubicada en Requena (Valencia) organizó el pasado viernes 10 de septiembre la VII Vendimia nocturna del Albariño, un evento al que desde hace varios años, se convierte en una reunión de personas, invitadas por la propia bodega, que junto a los trabajadores de la misma se inicia con una cena de hermandad degustando productos típicos de la zona y vinos y cavas de la bodega.
Nosotros fuímos invitados por primera vez a este gran evento, nunca habíamos hecho este tipo de vendimia y más recogiendo los racimos de estas variedades, gallegas de nacimiento, a altas horas de la noche. Cuando llegamos a la bodega, nos esperaba Dani, que es el responsable de la tienda que hay en la bodega, y tras etiquetarnos con nuestros nombres pasamos a la terraza donde nos íbamos reuniendo los asistentes.
La bienvenida fue regada con unas copas de Chardonnay de la cosecha de este mes, bien fresquito y dulce, síntoma de que la fermentación alcohólica aún no había terminado, el azucar residual, el puntito de carbónico y la baja graduación alcohólica hacían de un nectar irresistible y fácil de beber. Poco a poco llegaban los invitados y las mesas se iban cubriendo de los manjares típicos requenenses (bollo de Requena, embutido, hojaldres rellenos, …) además de no faltar los vinos y cavas de Pago de Tharsys.
Ana y Vicente, los propietarios de la bodega, nos dieron sus muestras de cariño y agradecimiento por acompañarles y empezó la cena en la que todos juntos nos preparábamos para el trabajo nocturno que nos esperaba. Al terminar ésta Vicente nos dió una breve explicación a los asistentes de cómo manejar las tijerillas y manos a la obra. Así es que todos los asistentes recogimos unas linternas que pusimos en nuestras cabezas, tal como si fuéramos mineros, cogimos nuestras tijerillas y guantes para empezar con la vendimia.
Nos dirigimos a las diferentes filas que conforman esta plantación de viñas Albariño y Godello, a unos 100 metros de la bodega, y nos fuimos distribuyendo por las mismas para cortar los racimos e ir llenando las cajas que luego, a través de un tractor, se transportan para la selección y entrada a la bodega.
Nos divertimos bastante y aprendimos mucho al lado de uno de los capataces de la finca, la hora de inicio fue sobre las 23:30 y la temperatura del ambiente estaba entre los 13º-14º centigrados, ideal para que en la vendimia, la uva llegue intacta a la bodega, sin micro-fermentaciones provocadas por temperaturas altas, más probables cuando la luz del sol aparece por el horizonte.
Varios medios de comunicación cubrieron el evento, que terminó con la vuelta a la bodega, tras el trabajo realizado y recibir un diploma por nuestra participación, y tras despedirse de los compañeros de vendimia y los anfitriones, se dió por concluida la velada, con el balance de diversión, curiosidad, cultura y esperando que esta añada nos proporcione un buen vino de esta variedad, tan inusual por la región de Utiel-Requena.
3 Comments
Beatriz
:cata2: Bonito articulo Javier!!!a nosotros tambien nos invitaron pero desgraciadamente la lejania no nos permitio ir!!!ademas hoy han empezado las fiestas en mi pueblo y me toca trabajar mucho…uf!!!haber como termino!!!
un saludo
Beatriz
jprats
Gracias.
Aunque trabajes, espero las disfrutes
Un saludo
:bigsmile:
Beatriz
No creo trabajo 15 horas diarias asi que solo me da tiempo a dormir, trabajar y a echarle un «ojo » a la web…
son 11 dias de duro trabajo pero es lo que toca!!!
un abrazo
Beatriz :cata2: