Las alumnas del Grupo de Investigación Agroambientais e Alimentarias de la Universidad de Vigo Mariana González y María Figueiredo procedieron a la recuperación del vino tostado en la denominación de origen de Valdeorras, a base de garnacha tintorera.
Ambos estudios buscaron definir el perfil aromático y fenólico de este vino, y la optimización del aroma y el color durante la pasificación de la uva o durante la maduración en barrica. El objetivo era dar al sector el conocimiento científico para que los bodegueros puedan llevar a cabo la producción de este vino con calidad. Para ello se analizaron un vino naturalmente dulce de Valdeorras, elaborado con la técnica de la pasificación, y uno licoroso envejecido durante dos años en barrica, por ser este una alternativa más económica y menos laboriosa.
Las principales innovaciones que han introducido a lo largo de los cuatro años de trabajo realizado, fueron la utilización de esta variedad de uva frente a la treixadura blanca, a la que recurrían los bodegueros para elaborar este producto. Tras un año de experimentación, también han acortado el período de pasificación, que se ha reducido de tres meses a tan solo dos, para evitar la excesiva concentración de azúcares. El resultado ha sido espléndido, por lo que se han interesado por el método enólogos de ocho bodegas. Los catadores acreditan que han logrado producir un vino dulce, con aroma a vainilla, chocolate y galleta.
La encargada de calibrar el aroma del vino, Mariana González, destaca que el tostado de garnacha da como resultado «una explosión de sabores, con notas de vainilla, chocolate y galleta, por lo que parece que uno está tomando un postre». Cuenta con una graduación moderada, que oscila entre los 10 y los 11 grados, similar a la de otros vinos de la zona. María Figueiredo fue la encargada de estudiar el color, característico de un «delicioso tinto tostado».
El vino tostado se produce en Valdeorras desde el año 1900. Con el paso del tiempo dejó de producirse, por la laboriosa elaboración que requiere, que al final termina repercutiendo en el precio. Antes del estudio realizado por Mariana González y María Figueiredo solo lo producían un par de bodegas en esta denominación, a base de treixadura blanca.
El vino tostado cuenta con demanda en Alemania, Austria y Andalucía. Las bodegas intentan ahora recuperar las ventas en Galicia.
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