En el campo de las memorias USB no está todo inventado. Siempre falta algún objeto cotidiano que no ha sido convertido en lápiz de memoria. Hoy os traigo un diseño curioso pensados para amantes del vino. Estos últimos son los únicos que valorarán usar un tapón de vino USB. Como os podéis imaginar, se trata de una especie de tapón de corcho con una memoria USB 2.0 en su interior. El diseño corrió a cargo de un tal Arwye Wan, que ya ha puesto a la venta varios modelos con capacidades de 1, 2, 4 y 8 GB al precio de 43, 51, 67 y 91 euros respectivamente. Y eso que con el precio no está incluida ninguna botella exclusiva de vino.
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