Joven, sin paso por madera, para todos los días o cuándo se quiera, este varietal de Bodega del Fin del Mundo presenta un color rojo rubí y algunos reflejos violetas. En nariz asoman, sabrosos, frutos rojos y notas sutiles de flores. Su boca es atrapante: mucha fruta roja donde destaca la ciruela madura. Dulces taninos lo hacen un vino amable, muy fácil de beber. Siendo un vino para beber joven, destaca su guarda de 2 a 3 años. Patrizia :typeo: www.leccionesdevino.com ¿Sabía que una bodega argentina lanzó al mercado un vino que lleva en su etiqueta las huellas digitales de sus trabajadores? Se trata de Fingerprints de Bodega Terrasur; un…