aqui os pongo un clasico…un de los mejores vinos de francia…nunca lo he probado y no creo qu elo haga…mi economia no me lo permite!!!!seria un sueño y un deleite para mis papilas gustativas pero…estos vinos no estan al alcanze de cualquiera…buena cata a quien pueda catarlo!!!!si hay alguien que lo ha catado me gustaria pusiera su nota de cata, se lo agradecere.
Cuando Wine Spectator le da la puntuación de 100 puntos a un vino, no es cualquier cosa de la que estamos hablando, sino de algo sublime, superior no solo a la media, sino a la mayoría de los mejores vinos del mundo.
el Petrus Bordeaux – Pomerol de 1998, que se vende a un precio de US$2,895.00, la mayoría de estos vinos de extrema calidad tiene así mismo precios extremos, algunos en ocasiones pueden valer más de 4 mil ó 5 mil dólares la botella o más aún.
Pétrus es un vino tinto de la región vitícola de Pomerol dentro de Burdeos, de donde es la denominación. Se elabora casi completamente con uva merlot. Aunque los vinos de Pomerol nunca han sido clasificados, Château Pétrus es hoy uno de los más apreciados y caros del mundo, junto con los primeros crus de la orilla izquierda de la Gironda: châteaux Haut-Brion, Lafite Rothschild, Latour, Margaux y Mouton Rothschild, así como Ausone y Cheval Blanc de la denominación vecina, en la orilla derecha, de Saint Emilion.
Propiedad de la familia Arnaud durante la mayor parte de 200 años hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, Pétrus fue entonces vendido a la Sra. Loubat, quien había ido adquiriendo la propiedad progresivamente desde 1925. A su muerte en 1961, la finca pasó a su familia, quien con el tiempo vendió la mitad en 1964 a Jean-Pierre Moueix.
El propio Moueix había creado una empresa intermediaria Établissements Jean-Pierre Moueix, con sede en Libourne y gradualmente comenzó a adquirir châteaux de la orilla derecha. Después de la muerte de Jean-Pierre Moueix en 2003, su hijo mayor, Jean-François es el gérant de Château Pétrus, mientras que el segundogénito, Christian Moueix, dirige la producción. El vino es elaborado por el enólogo Jean-Claude Berrouet. Este último cedió su puesto a finales de 2007 a su hijo Olivier Berrouet.
No hay ningún auténtico château físicamente en la finca, lo que explica por qué el vino normalmente es llamado Pétrus, y no Château Pétrus.
Existen 11,4 hectáreas de viñedo de Pétrus se encuentran sobre una meseta en la porción oriental de Pomerol, plantado con las variedades de uva de 95% merlot y 5% cabernet franc. La finca está entre las primeras de Burdeos que realizó la cosecha en verde para disminuir los rendimientos de la cosecha y elevar la calidad de las uvas restantes, llegando algunos años a eliminar hasta un 50% de la cosecha. La cosecha está entre las menores de Burdeos en parte a través de este éclaircissage o cosecha en verde.
Las uvas se recolectan totalmente a mano a lo largo de un periodo de dos o tres días y fermentan en cubas de cemento a temperatura controlada. El vino joven envejece en barrica nueva de roble francés durante 20 meses. Se lleva a cabo una severa selección previa al ensamblaje en cuba y algunos lotes se rechazan para el Grand Vin. La producción, en comparación con otros burdeos, es pequeña y un año medio puede producir como mucho 2.500 cajas. En cosechas recientes como 2003 esta media se ha reducido drásticamente.
En estos momentos Pétrus está considerado el vino más interesante de los Pomerols. Antes de la Segunda Guerra Mundial su existencia era un secreto. En 1920 el Sr. Loubar heredó el viñedo situado en la parte alta de la denominación de origen Pomerol, en la región de Burdeos.
Unos 20 años más tarde se le unió Jean-Pierre Mouex un comerciante de vinos ubicado en los muelles del río Dordogne y el vino comenzó a salir de su anonimato.
La señora Loubar les regalo un presente compuesto de sus botellas a la Princesa Elizabeth y a Felipe, Duque de Edimburgo en ocasión de su boda, más allá del Atlántico, el Petrus se convirtió en el vino preferido del clan Kennedy. Debido al pequeño tamaño del viñedo, es un vino escaso ya que la producción no es tan grande. Situado en el punto más alto del Pomerol, los nuevos barriles se limpian en orden para que no marquen al vino y las uvas se cosechan cuando están completamente maduras, para la pureza del sabor en su máxima expresión y no por la productividad que se obtenga.