El volumen total de uvas cosechadas fue de 1.425.283 toneladas, según la información y los sistemas de la industria vitivinícola sudafricana (SAWIS), un aumento marginal de la cosecha de 2016, pero un cultivo más grande de lo que se esperaba.
«Se esperaba una disminución debido a la segunda temporada consecutiva muy seca», explicó Francois Viljoen, gerente del servicio de consulta vitivinícola de VinPro.
«Sin embargo, las noches más frías a lo largo de la temporada de crecimiento y la ausencia de olas de calor significativas durante la época de cosecha amortiguaron el efecto de las condiciones secas en cierta medida».
Se espera que los volúmenes de 2017 sean de 1.106,3 millones de litros, calculados a una recuperación promedio de 776 litros por tonelada de uva.
Las regiones de Swartland y Paarl obtuvieron cosechas mucho más grandes después de fuertes descensos en 2016, mientras que la producción de Robertson estuvo cerca de la cosecha récord en 2016. Las regiones de Olifants River y Breedekloof aumentaron un poco tras pequeños cultivos el año pasado, Cape, Stellenbosch y Worcester, y una cosecha mucho más pequeña en el Klein Karoo.
Aunque la mayor cantidad de lluvias trajo algo de alivio en ciertas regiones, todavía estaba muy por debajo del promedio y las condiciones climáticas más cálidas requerían que los productores manejaran el uso del agua. «Estamos agradecidos de que el clima haya seguido durante la cosecha de 2017, pero mirando hacia la temporada de uva de vino 2018 que está a la vuelta de la esquina, realmente esperamos lluvia durante el próximo período de poscosecha e invierno», agregó Viljoen.
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