La bodega familiar, con cinco generaciones de historia en el sector vinícola de Tenerife, vuelve a abrir sus puertas. Para ello, adapta su oferta de actividades y experiencias ante la pandemia. Entre las novedades a destacar, incluye los pícnics dentro del nuevo proyecto “Jardín del Vino”. Además, Monje participa en la iniciativa nacional solidaria de #EnoturismoparaSanitarios.
Imagen de Bodegas Monje con la Hollera y el Teide. Créditos: Bodegas Monje.
Bodegas Monje reabre después de más de 2 meses sin recibir visitantes. Tras la instauración del estado de alarma el pasado 14 de marzo, la bodega cerró sus puertas y su incesante ir y venir de gente se detuvo. “Entendimos la gravedad de la situación y decidimos no abrir hasta que pudiéramos garantizar la seguridad de nuestros visitantes —relata Felipe Monje, enólogo y director de la bodega—. Resultaba extraño verla cerrada y vacía. Ahora, por fín, podemos reabrir”.
De esta forma, Bodegas Monje retoma sus servicios habituales con ilusión, tras llevar a cabo todas las modificaciones necesarias para cumplir los requisitos sanitarios. “Hemos vuelto a abrir nuestra terraza, el restaurante y estamos ofreciendo todas nuestras actividades enoturísticas de nuevo”, explica Felipe.
Monje participa en #EnoturismoparaSanitarios, una iniciativa de bodegas solidarias de todo el territorio nacional. Una propuesta de Carlos Aguila y Ocio Vital que busca agradecer la labor de los profesionales de la salud que han estado en primera línea luchando contra el COVID-19, ofreciéndoles de forma gratuita 100 visitas con degustación y pícnics solidarios que podrán disfrutar en las bodegas de El Sauzal.
Una de las grandes novedades que trae la reapertura son los pícnics. Una actividad que permite disfrutar de un brunch, almuerzo o merienda, rodeados de viñas y naturaleza, reviviendo la tradición, tan arraigada en las islas, de comer en el campo tras la labranza. “Durante el confinamiento, hemos extrañado mucho las actividades al aire libre —comenta—, por eso queríamos preparar algo especial que nos permitiera ofrecer al visitante la posibilidad de disfrutar de forma libre y privada una experiencia con su pareja, amigos o familia. Y, ¿qué mejor que una comida en el campo con vistas al Teide?”.
Los pícnics se encuadran dentro del proyecto “Jardín del Vino” que tiene su origen en 2003. Una gran propuesta enoturística que pretende aprovechar las 17 hectáreas de viñedos y la naturaleza que rodea la bodega. Un entorno privilegiado, en el que además de pícnics, se realizarán todo tipo de actividades al aire libre para empresas y particulares. Así, los visitantes podrán experimentar la autenticidad del día a día en el viñedo.
Bodegas Monje es una de las pioneras del enoturismo en Canarias y lleva más de 25 años promoviendo este tipo de turismo en la Isla. “Es necesario dar a conocer la cultura de vino en nuestro territorio y compartirla con todos aquellos que nos visitan”, afirma Felipe.