El nombre del vino, La Casa de la Seda, está vinculado al legado histórico del territorio, en un primer momento, como centro neurálgico de la ruta de la seda y en la actualidad como capital del vino
Valencia, 22 de marzo de 2018.- Bodegas Murviedro presenta en Prowein su nuevo vino La Casa de la Seda que lidera el cambio de imagen de la bodega de cara a su nuevo proyecto estratégico. Esta nueva etapa refuerza el vínculo con la tierra y su compromiso con la viticultura biodinámica y persigue unos procesos de elaboración de mínima intervención, que fomenten el cuidado de la tierra y sus viñedos antiguos.
La Casa de la Seda es un monovarietal de Bobal, elaborado bajo la DOP UR a partir de una selección de uvas de viñas casi centenarias de la parcela El Ardal de Requena. Destaca por su proceso de elaboración casi ancestral para mantener la tipicidad de la variedad y tratar de reflejar todo el potencial del terruño.
De color rojo púrpura, intenso, en primer término despliega un aroma a fruta madura con un punto goloso que recuerda a la confitura de grosella, mezclado con hierbas aromáticas, violetas y especias como el azafrán.
El nuevo vino, llamado a convertirse en el mejor vino de la bodega, toma su nombre de la nueva Cueva Museo que Murviedro inauguró el pasado octubre en el barrio de la Villa de Requena. Y nos invita a redescubrir la historia de la comarca, recordándonos que esos paisajes repletos de viñedos un día fueron centros neurálgicos de la ruta de la seda, llegando a convertir a Requena en el cuarto productor de seda a nivel nacional. Y fue esta industria tan potente la que hizo que, llegado el momento, los empresarios sederos invirtieran sus riquezas en el vino, al tratarse de un producto agrícola emergente como consecuencia de la crisis de la filoxera y la falta de conversión industrial. Fue así como Requena pasó a convertirse en capital vitivinícola, tal y como la conocemos hoy.
De hecho, su etiqueta está inspirada en la belleza de los dibujos de las antiguas telas de seda que se comerciaban durante la época de la ruta de la seda. A partir de un patrón floral, se combinan los stampings y relieves en seco, para crear una etiqueta envolvente que convierta la botella en una joya de la propia época. La botella, tipo borgoña, va acompañada de un pequeño colgante atado a la botella con un hilo de seda en el que se detalla la historia de la casa.
Otra de las particularidades de este lanzamiento es que su etiqueta ya incorpora el logo de la nueva imagen corporativa que la bodega presentará a finales de este mes. El logotipo proviene del Castillo de Requena, haciendo referencia a las murallas del mismo y aportando así legado histórico y territorialidad.