Los vinos de la zona sureste de España, Alicante, Jumilla y Yecla, siempre se han caracterizado por ser potentes y de muy alta graduación, en el caso de Jumilla, se han caracterizado por la gran produción destinada a graneles y sobre todo con la comercialización masiva de Don Simón, el famoso vino de J. Garcia Carrión, se les ha asociado al vino corriente y más aún cuando el envase tetra (brik, pack o como se llame) lo ha marcado para siempre.
En la provincia de Alicante hay grandes vinos y por ejemplo las bodegas Enrique Mendoza, la Cooperativa Bocopa, la de Jalón, etc … han sido pequeñas producciones con vinos blancos de mucha calidad y la introducción de tintos con variedades nuevas como Syrah o Petit Verdot han potenciado las monovarietales Garnacha y Monastrell, típicas de la zona.
Una de mis últimas compras fue un vino de Yecla llamado Casa de las especias, me llamó el nombre la atención y el vendedor, de una tienda especializada en vinos, me comentó que me gustaría mucho. Lo he tenido un par de meses en mi bodega hasta que este fin de semana me decidí a probarlo.
Lo primero que me llamó la atención antes de abrirlo fue la mezcla de variedades como Monastrell, autóctona de la zona y que aportan un color intenso al vino, Cabernet Sauvignon, una de las más famosas uvas que mezclada con otras variedades está especialmente indicada para envejecer en roble y aportar un matiz brillante al vino y Shiraz, uva con un color oscuro que aportan mayor graduación alcohólica y color al vino.
También me llamó la atención la graduación alcóholica de este caldo, 14,5º, muy alta para los 12,5º o 13º de la mayoría de vinos que se comercializan habitualmente, también decir que la añada era del 2004 y decía la etiqueta que habían envejecido 10 meses en barrica.
Al abrir la botella se deprendieron unos aromas muy potentes, y al pasarlo a la copa el color era púrpura intenso, con un nasal como a pimentón y piedra de rodeno mojada. Al pasarlo a boca se notan la intensidad de los taninos aunque muy redondeados, cálido y con postgusto a especias como el tomillo y clavo.
La verdad es que por el precio que pagué por él, unos 9 euros en tienda especializada, encontré un vino como el que no había probado nunca, lleno de matices, especiado, cálido, goloso y balsámico. También decir que su graduación alcohólica la acompaña perfectamente a carnes de caza, carnes rojas y una comida consistente, y recomendable un buen reposo tras su ingesta, sino puede darte algún susto.