Por último, está el servicio. Muchos restaurantes ofrecen tintos demasiado calientes, o blancos demasiado fríos. Pide una cubitera con hielo o incluso una nueva botella si te ofrecen un tinto demasiado caliente. Evita que el camarero deje la botella de vino tinto semicongelada en la cubitera. Bajo ningún concepto debes permitir que te llenen la copa hasta arriba. Pide al personal que se aparte un poco cuando te sirvan. Recuerda que eres tú quien paga por el vino.
Sin embargo, no siempre debes estar tan atento. Algunos restaurantes (especialmente si eres un cliente habitual) aceptan que sus comensales se traigan su propio vino. Generalmente te cobrarán por descorchar la botella, especialmente enrestaurantes que ofrecen una buena carta de vinos, pero como esta opción siempre sale más barata que comprar el vino en el restaurante, saldrás ganando.