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El auténtico garbanzo de cocido regresa al mercado

Hace 50 años que el auténtico garbanzo de cocido dejó de cultivarse en la Comunidad de Madrid. Ahora vuelve a hacerse. La variedad autóctona de esta legumbre, la de Brunete, volverá a comercializarse en septiembre. Se espera recolectar 50.000 kilos en una decena de municipios de la región.

Hace cinco décadas que el auténtico garbanzo de cocido, la variedad de Brunete, dejó de cultivarse en la Comunidad de Madrid. Ahora se remota su cultivo, noticia que estaban esperando los establecimientos hosteleros donde comer cocido en Madrid. Esta variedad autóctona volverá a comercializarse en el mes de septiembre. Se espera recolectar 50.000 kilos en una decena de municipios de la Comunidad.

Se trata de una noticia importante para el sector ya que el cocido madrileño no se preparaba con garbanzos autóctonos desde la década de los sesenta. En breves se podrá hacer con auténtico garbanzo madrileño. El Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrícola y Alimentario (Imidra) empezó en 1990 a conservar los diferentes tipos de garbanzos congelando las semillas. Gracias a esta iniciativa se ha logrado que el auténtico garbanzo madrileño, el de Brunete, vuelva a cultivarse y vaya a estar presente en unos meses en los locales que ofrecen menú para grupos de Madrid donde el cocido es uno de los imprescindibles.

En 2016, año en el que se retomó el cultivo de garbanzo de Brunete, de los 350 gramos de semilla que se plantaron sólo se obtuvieron 2 kilos y medio de garbanzos. Teniendo en cuenta que esto no es suficiente para cubrir todas la demanda del mercado, “se importa garbanzo de países como México, Estados Unidos o Argentina”, reconocen desde uno de los locales de referencia para disfrutar de este plato, Taberna de la Daniela. Se importa a pesar de de que España es el país de Europa que más garbanzos produce (61% del total) y que más consume. “Hasta septiembre no podremos comprar garbanzo de Brunete pero la espera va a merecer la pena”, aseguran desde el restaurante.

El suelo de la localidad madrileña de Brunete destaca por su acidez, algo ideal para el cultivo de esta legumbre. La superficie dedicada al cultivo de garbanzos en la Comunidad de Madrid ha pasado de 1.894 hectáreas en 2003 a 500 en 2014. Aunque sea evidente la reducción de la superficie de cultivo, ahora se ha podido recuperar el garbanzo de Brunete, una variedad muy apreciada para preparar cocido “gracias a su textura mantecosa”, reconocen los comensales que eligen locales como Taberna de la Daniela para comer cocido en Madrid. Otra de las señas de identidad de esta legumbre es que, durante el proceso de cocción, llega a duplicar su tamaño sin perder su piel. Otra de las características que lo convierten en un producto de excelente calidad.

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